Fuente: deltoroalinfinito.com
«..Tengo por costumbre querido Sancho que, en viendo el burro venir, ya de lejos me apercibo sin confundirme, de las patadas que pudiera propinarme, por tanto mi fiel escudero fijate en los andares y si viéndolo retorcido y mal encarado vieres que arranca sin compostura, hazte a un lado, que de estos con mala idea, sucios y desaliñados mejor no tener contacto.
Y hay que tener cuidado con tal calaña, que de ser menester utilizan a las más tiernas criaturas y hasta pretenden adoctrinarlas y que salgan de su mala hueste con títeres y cabalgatas.
Y cuidado amigo Sancho que son los mismos que luego cobran de  berberiscos y de otros que más allá someten a sus pueblos y ello, tanto mal vestidos cuando procede el buen hábito, como vestidos de la más cursi casta, cuando no es tan menester».