Acabada la temporada taurina de 2014, una mas del siglo XXI hay bastantes asuntos que comentar para enmendar yerros con vistas a la próxima temporada de 2015. Los temas más acusados que corregir son respecto a las ganaderías, otro el del toreo que se realiza de manera descosida comparado con el realizado en elsiglo XX, cuando Juan Belmonte dejó expreso la ley de oro del toreo: parar, templar y mandar.

Otro asunto obligado de rectificar es la realización de la suerte de matar. La colocación fuera de la suerte o fuera de cacho llevando la muleta como una toalla cuando los antiguos aficionados decían la muleta es la que mata. Pues jugándola como es debido se dirige hacia la pezuña izquierda y entonces el toro humilla y se le clava la espada, seguidamente se le marca la salida como hacen José Ignacio Uceda Leal, Fernando Robreño y algunos pocos mas. Muchos y no quiero citar nombres se colocan fuera de la suerte y no juegan la muleta, se la echan al toro a la cara. Y este con fuerza derrota y ellos se van por fuera clavando un bajonazo, una estocada trasera o caída. Y alardean de haber matado al astado. Jalean con caradura para que les concedan la oreja.

Otro tema de la actual fiesta de los toros es el bajón de aficionados taurinos en asistencia y en saber los secretos del toreo, y de la lidia. Así se dan orejas y premios sin calidad y se exige poco a los toreros que ejecutan mal las suertes. Por otro tema que comentar es la falta de niños en los tendidos. Antes los aficionados llevaban a sus hijos o nietos a los festejos y se iban iniciando en la afición y saber taurino. Actualmente es raro ver a un niño en los tendidos. Esperamos que esto se anime de forma que se creen aficionados desde la niñez por el bien de la fiesta de los toros. El compás de espera es largo para la temporada del 2015, tenemos tiempo para hacer oportunos comentarios en favor de la tauromaquia, nuestra fiesta nacional. Aunque hay individuos que presumen de no ir a las plazas de toros y muestran carisma de odio a lo taurino. Allá ellos, pero que respeten como querrán ellos que se les respete.