El vallecaucano  Paco Perlaza, como siempre demuestra el buen momento de madurez por el que atraviesa este caleño que lidera los escalafones colombianos. En su primero se encontró con un ejemplar de Peñalisa, propiedad de Don Santiago Pimentel; el astado no tuvo un buen comportamiento  y se rajó rápidamente.

Perlaza se pudo sentir muy a gusto con su segundo ejemplar, que era de la ganadería de Andalucía propiedad de la familia Segura; un ejemplar noble y con raza. Un derroche de valor y conexión con la afición se vio en el caleño.

Jorge Enrique Piraquive el rejoneador puntero en Colombia, no se pudo acoplar al primer astado que le correspondió; perteneciente a la dehesa de Achury Viejo, dentro de la lidia se dejó atropellar en varias ocasiones y en una de ellas se calló junto con el caballo y recibió un golpe fuerte en la cabeza, sin consecuencias graves. Ya en el segundo pudo bordar una faena más completa a otro de Achury  que tuvo mayor movilidad y mejores ideas.

El novillero de Villapinzón,  Leandro de Andalucía, tuvo dos bueno ejemplares y él le respondió a su municipio con valor, alegría y técnica torera. Con el segundo astado, que era un castaño muy bonito de estampa, propiedad del ganadero Don Santiago Pimentel; se degustó toreando y al final logró indultarlo.

Reseña:

Con plaza llena se lidiaron: dos toros de Peñalisa (1º y 6º), dos de Achury Viejo (2º y 5º) y dos de Andalucía (3º y 4º).

Paco Perlaza                        Palmas y dos orejas

Jorge Enrique Piraquive      Silencio y dos orejas

Leandro de Andalucía          Dos orejas y dos orejas simbólicas.

 

 

Desde Colombia, Informa Carolina Baquero (Directora para América)