Hace unos días llegó a Madrid otro joven venezolano cargado de ilusiones y esperanza, con aspecto de antiguo maletilla con el hatillo al hombro pero bajando de un avión en el aeropuerto de Barajas.

Procede del Táchira, como Fabio Castañeda y Jesús E. Colombo que le antecedieron, y de la misma Escuela Taurina, la de «César Faraco», donde le ofrecieron una cariñosa despedida en vísperas de su viaje.

Gran empeño de la Escuela de San Cristóbal que deposita su fe en Rainaldo Gil «El Táriba» y que lo envía a Badajoz a través del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida y ponerlo a la orden de la Escuela Taurina orgullo de Extremadura y del mundo del toro español. Así ha tenido que ser por el cierre de la Escuela de Tauromaquia «Marcial Lalanda» de Madrid, perpetrada por un ayuntamiento podemita inspirado en la política chavista que humilla y que arruina precisamente al país de El Táriba, Venezuela. Pero no hay que preocuparse por él, Reinaldo ya está en buenas manos, en las del matador Luis Reina, director de este centro que ha formado a tantos buenos toreros que enriquecen el escalafón profesional.

No ha tardado Reinaldo Gil «El Táriba» en impresionar a sus maestros de la Escuela, ya lo han puesto a torear en clases prácticas y no solo han podido comprobar las buenas aptitudes del tachirense sino sus ilusiones, sus disposición de buen alumno, las ganas de ser torero y, como no, su calidad humana.

Extremadura, tierra de los Bienvenida, tierra de conquistadores corresponde con este joven venezolano abriéndole los brazos y formarlo como torero. Que Dios le ayude para volver a su Venezuela querida con sus sueños cumplidos y encontrarse con una patria mejor que la que deja por ahora.