Miguel Tendero pudo por fin actuar de matador de toros en Nîmes. Tras su doctorado frustrado por  las inclemencias de la climatología en mayo 2009, tras posponerse su confirmación por el percance sufrido en septiembre pasado a poco de tomar la alternativa en Madrid, el albaceteño ha podido hoy hacer el paseíllo en la ciudad francesa, aunque no eran las condiciones idóneas, con un cielo que se puso cárdeno y triste, como la tarde.  Y buena parte de la culpa se puede echar al encierro de Valdefresno, de soberbia estampa todos, pero absolutamente carentes de fondo.

Miguel Tendero ofreció los mejores momentos del festejo con el imponente primero, a modo de espejismo. Un tanto periférico en el trasteo de confirmación, el manchego no logró que  levantase vuelo su faena, con algunos detalles de buena factura sobre el buen pitón derecho. No quiso pisar el acelerador y con el cuarto ya no hubo opción para nada.  

César Jiménez se empeño en medir mucho el castigo en varas de sus adversarios. Pero no fue suficiente y ambas faenas acabaron siendo de trámite. Con la tizona el madrileño anduvo desacertado entre espadazos caídos y bajonazos sin contemplaciones. Su lote tampoco se merecía mayor consideración.

Rubén Pinar conecta con el público de Nîmes, sobre todo cuando cita de lejos, y aunque luego vacíe la embestida sobre el viaje, esta forma de aguantar la arrancada tiene eco en el tendido. Pero hoy no pudo ser ante la sosa y desclasada embestida sin fuelle de sus dos Valdefresno.

 

Una tarde para olvidar cuanto antes.

 

 

 

Nîmes – 16 de septiembre 2010  – Primera de feria de la Vendimia

Un tercio de plaza, con lluvia intermitente

 

valdefresno.jpg  6 toros de Valdefresno muy bien presentados, muy justos de raza, salvo el primero.

 

Miguel Tendero (que confirmaba alternativa): Saludos / Silencio

César Jiménez: Silencio / Silencio

Rubén Pinar: Silencio / Saludos tras aviso