Así sucedieron las incidencias en Autlán de la Grana 2010 donde Luis Bolívar, cumplió ante un lote complicado que poco cooperó con el colombiano quien se esmero, sin encontrar repercusión.

 Ante unos tres cuartos de entrada se lidiaron cinco toros de Pepe Garfias y uno de Jorge Hernández Andrés, bien presentados y disparejos en juego.

 Uriel Moreno, despachó el toro de Hernández Andrés que entró sustituyendo a un toro que se lesionó en los corrales. Con este ejemplar mostró madures el tlaxcalteca, quien peleó con su muleta cada espacio hasta hacerle embestir y sacar meritorios trazos, en especial por el lado derecho. Concluyó con un buen espadazo y escuchó las palmas. Luego apareció «Chirimio», ejemplar que recibió con un afarolado y lanceo a la verónica, logrando hacer un caldero de emociones la suerte de banderillas, en donde primero puso un par al cuarteo y en el segundo par midió al toro y citó cual largo, logrando el par «monumental», que es una mezcla en inició del imposible, – es decir gira contrario al viaje del toro y en cuanto este pasa, estira el brazo y coloca a una mano las banderillas, pasando su mano a un lado de su cara para dejar los garapullos en el lomo del astado. «Mira que lo pude medir bien y este par ha sido mejor al que hice en la Plaza México. Teniendo este la misma mecánica pero un mejor espacio para sus realización», dijo el torero. Con la muleta, jugó a triunfar y logró entender a un toro difícil que no se comía el engaño. Al final lo sometió mostrando así sus que hacer. Mató de entera y así logró convencer y a un feliz público que solicitó la oreja y esta llegó en esta faena al cuarto.

 Joselito Adame, toreo por nota, derrochando un portento de técnica en cada faena. Con su primero lanceó por verónicas, puso banderillas y rodo el toro, con la muleta templó cuando se pudo la embestida del cornúpeta. Si bien no era un dulce el astado, le realizó torera tandas por el lado derecho, sacando uno a uno cada pase. Concluyó con labor exitosa, tras una  estocada y finalmente recibió una oreja, la primera de la tarde. Con su segundo estableció una faena de mucho poder y mando, logrando alternar los lados de cada muletazos, trazando dosantinas, y pases al natural y derecho, para coronar con un pinchazo su faena y perder al menos una oreja, más. Al final el público ovacionó al torero que dio vuelta al ruedo.

 Luis Bolivar, poco pudo hacer ante toros contra estilo. Con su primero jugó a torearle y realmente no tuvo la colaboración para retirarse entre división de opiniones. Con su segundo volvió a pelear ante el astado y logró momentos de mucho interés por el planteamiento de la faena. Al final un aviso y palmas a su labor en el ruedo.