Tres rabos se han cortado esta tarde en la Plaza de Toros de Granada, y tres grados de un calado muy diferente. El primero fue a parar a las manos de El Fandi, que ya desde el comienzo se metió a sus paisanos en el bolsillo en el vistoso y variado recibo capotero.  En banderillas, como siempre, El Fandi, consiguió que su plaza, se rindiera a sus pies, lo mismo, que cuando franela en mano, el diestro, agradó a todos los tendidos ligando buenos momentos, con todos esos detalles, que en días como hoy gustan tanto al público.

 

El segundo rabo llegó a las manos de José María Manzanares, tras una labor compacta y con clase, primero con el capote y después con la muleta. Llevo con largura a su oponente, sobre todo, con la mano derecha, creando unas tandas, de toreo profundo, con clase y templadas.

 

El último rabo de la tarde fue a parar a las manos de El Nico, el novillero granadino, que en el día de ayer cumplía un sueño como es el hecho de verse amartelado con las grandes figuras del toreo. Desde el inicio mostró su disposición, con un vibrante comienzo de su labor en el ruedo, con un recibo a portagayola ejecutado con limpieza y emoción. Puso ganas y entrega, durante su labor, consiguiendo hilvanar algunas tandas buenas, compactas, y templadas, aprovechando la nombre embestida de su novillo, y teniendo siempre muy presente a los tendidos. Unas ceñidas manoletinas serían el preludio de la gran estocada que le daría ese rabo tan deseado.

 

Dos orejas sumaron a su esportón tanto Enrique Ponce como El Juli. Enrique Ponce, una vez más dio una lección magistral, comenzó mostrando la candencia y el temple en el recibo con el capote, para continuar superando las dificultades que le presentaba su oponente y al que tuvo que mirar, al quedar muy resquebrajado tras el tercio de banderillas. Con la muleta, una vez más, dio una lección, comenzando con unos bellos y torerísimos doblones y después, consiguiendo algunos pasajes con la mano derecha de una calidad estimable. El Juli, también cortó las dos orejas de su oponente, con el que vimos una vez más a un torero variado con el capote y capaz de conectar fácilmente con los tendidos. Su trasteo fue ganando intensidad y en profundidad, sobre todo con la mano derecha, consiguiendo buenos pasajes en redondo.

 

Ambel Posada, sólo pudo cortar una oreja esta tarde, pese a ver dejado grandes muestras de calidad. Primero lo hizo con el capote, dejando un recibo con templado y cadencioso, y después con la muleta, donde mostró empaque y torería. La falta de continuidad de su labor fue lo que le privó de un triunfo mayor.

 

Abría el cartel, Manolo Manzanares, que intentó agradar al público en todo momento, pero se encontró con una plaza extremadamente fría que unido a su fallo con el rejón de muerte, le impidieron tocar pelo. Pese a ello, dejo alguna muestra de su toreo, arriesgando y poniendo todo lo que no tenía su novillo. Mostró que tiene proyección y unas grandes ganas de seguir aprendiendo.

 

 

 

 

 

En Granada, con algo más de media plaza, se ha lidiado un novillo de Pedro y Verónica Gutiérrez Lorenzo y seis de García Jiménez para:

 

Manolo Manzanares: ovación con saludos.

 

Enrique Ponce: dos orejas.

 

El Juli: dos orejas.

 

El Fandi: dos orejas y rabo.

 

José María Manzanares: dos orejas y rabo.

 

Ambel Posada: oreja.

 

El Nico: dos orejas y rabo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fotografías de Mercedes Quesada

Crónica de Marisa Fernández