Con mejor meteorología que en tardes anteriores, hubo que aguantar a ratos un viento que tremolaba las banderas de los altos mástiles que coronan la Puerta Principal del Coso, La Puerta de Madrid. También raseaba por el ruedo y despeinaba en los tendidos durantes las dos horas y media que duró la novillada, en la que se corrieron cuatro ejemplares de la ganadería sevillana de Sierra Borja, procedencia Domecq y Jandilla, que hacía su presentación, y dos de la divisa de Ana Muñoz de igual procedencia, discreta presencia del conjunto ganadero.

 

Todos blandearon de manos, quedando cortos de embestida y con pocas ganas de embestir y cansados, pronto echaban la cara arriba rompiendo la armonía del muletazo.

 

Los diestros con buena voluntad en busca de algo positivo para el éxito en la tarde de primavera, no calcularon la medida de sus intentos y terminaron cansando al público que les aguantó con benevolencia por pocos conocimientos de lo que es la lidia eficaz y obligada, cuando no hay material propicio para el triunfo. Porfiar a una res que corta la embestida, que se queda corta en la arrancada, cuando lo mejor es decidirse como se explicaba la conocida frase que en situaciones como estas decían toreros y aficionados avezados del siglo XX: “Faena de aliño y media que basta”. Todo menos insistir absurda y reiteradamente, pues si lo bueno es breve, es mejor. Y si lo malo es corto, es menos malo y se evita sea peor, se gana tiempo y más cuestiones.

 

Francisco Pajares de Plasencia; Angelino de Arriaga de México y Javier Jiménez de la localidad sevillana de Espartinas, lo intentaron con voluntad, pero no encontraron respuesta en la flojedad de sus oponentes y equivocadamente alargaron las faenas de la menar que ya va siendo habitual, de entrar a matar con el brazo alargado o suelto y sin jugar la muleta tan fundamental en esta suerte, que la llevan como una toalla y perfilados al hilo pitón, se echan fuera rápidamente. Así cobran pinchazo o estocadas bajas y suenan los avisos, en esta ocasión en total dieciocho, el colmo que provocó hastío.

 

 

Es recomendable hacer examen de conciencia de lo que es el toreo, el concepto de la lidia, y lo que ordenan los códigos de la suerte de matar.

 

Y para no dejarnos nada en el olvido, que quede constancia y confirmemos que Pajares saludó desde el tercio al arrastrarse el primero y el mexicano Arriaga dio la vuelta al ruedo en el segundo, ambos por su cuenta sin el calor del aplauso popular. Y ya hasta el próximo domingo, Domingo de Ramos, que hay anunciada corrida de toros con un atractivo cartel.

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Escalera del Éxito 103