La noche y el día se desposaron, la gracia gitana, el cante por soleá, y la sonrisa de oro, celebraban el nacimiento del calé Cayetano Fernández Fernández, “Cayetano de Julia». De ascendencia taurina (hijo de novillero, su tío matador de toros, el andujareño Herminio Fernández y también su primo Juan de Félix). Viene al mundo el 28 de agosto de 1968 en la cuidad de la Mezquita. Cordobés y romaní, y en sus ojos brillan los rayos de sol de su alegre Andalucía. Desde churumbel le tenía enajenado el sueño de ser torero. En Priego de Córdoba viste de luces por vez primera, el 5 de septiembre de 1984. Como la guitarra que desgrana arpegios moros y el cordelaje trinos y trémulos como los rayos del sol en primavera, el torero cañí, interpreta su cante torero y el aire de la serranía le trae la flor del éxito.

En Priego de Córdoba

Vive un alba de esperanzador horizonte y desparrama aroma de torero caro por distintos redondeles, que le lleva a torear ochenta novilladas sin picar hasta que debuta con los montados, el día 6 de febrero de 1988 en Motril (Granada), llevando como compañeros de terna a Juan Carlos Caro y al sevillano Domingo Valderrama. Las reses son del hierro de don Diego Romero Gallego, de Alcalá de los Gazules, (Cádiz). Hasta la alternativa, Cayetano de Julia, torea un total de sesenta novilladas picadas repartidas entre España, Francia y Portugal, consolidándose como un torero artista, gitano, de corte apaulado, al que no todos los toros le ayudan, dado su peculiar estilo y forma de entender el toreo, sin duda alguna, expresivo y con fundamento.

 

El 23 de octubre de 1994, hace su presentación con caballos en Madrid coincidiendo en el cartel con su paisano José Romero y Alberto Elvira, con ganado de Barcial. Y aunque Cayetano deja destellos de su buena clase torera, no puede lograr el triunfo que tanto necesitaba, al no tener suerte con su lote, en tarde ventosa y con lluvia.

 

Cartel de la alternativa

Después torea dos novilladas más y, cómo dicha amada, en el umbral de la feria, logra tomar la alternativa en su ciudad natal (Córdoba), el 23 de mayo de 1995, de manos de Rafael Camino, actuando de testigo su paisano Rafael Jiménez González “Chiquilín». Los toros eran del hierro de Murteira Grave.

El de la ceremonia figuraba en la tablilla colgada en la puerta de toriles con el nombre de Málaga, 609 kilos de peso y el número 43 marcado en el costillar. El público paisano lo acoge con curiosidad y esperanza, pensando que puede desarrollar el arte en la línea de genialidad de los toreros de su raza, pero al estar poco toreado y la tremenda dificultad de matar dos toros de una ganadería de las consideradas duras, obtiene en razón a su valentía, cariñosos y fuertes aplausos. Y ¡misterio!, la suerte le vuelve a ser esquiva. La ilusión se quiebra, como caña de maíz azotada por el viento huracanado, con olores de tragedia. El torero tiene que ingresar en la Clínica Universitaria de Pamplona para ser intervenido de cáncer de colon, extrayéndole un metro del intestino grueso, quedando a posteriori completamente limpio. Después de numerosas sesiones de radioterapia y quimio, reaparece en el año 1997 para torear en un festival en la ciudad alcarreña de Guadalajara, cortando los máximos trofeos (dos orejas y rabo), después de realizar una extraordinaria faena.

 

Qué breve es la claridad al igual que la existencia de las flores, ¡que poco dura la ilusión y la ventura! Ya no vuelve a torear hasta el año 1999 que contrata dos corridas en Fuenguirola (Málaga), alternando con Ricardo Ortíz y Pedro Pérez “Chicote de Granada”, con ganado de Flores Albarán e Isaías y Tulio Vázquez respectivamente, cortando en cada corrida tres orejas y saliendo a hombros de los aficionados que llenaron los tendidos.

 

Cayetano y Rafael de Paula.

En el 2002 por la amistad que le une a su padre con el que fuera novillero Mariano Fernández, más conocido “El Gitano Rubio», pasa ese año en Sanlúcar de Barrameda entrenando con el maestro Rafael de Paula. Al año siguiente torea varios festivales en la provincia de Málaga cortando los máximos trofeos. Tiempo de seguirillas, soleares, alegrías y otros cantares, que con guitarras y jipíos calman sus penas. Entonces decide confirmar en Madrid, le piden para ello, que haya matado al menos diez corridas de toros. Busca toros por mil sitios imposible para él. Pierde confianza y la cosa empieza a cambiar para Cayetano de Julia. No hay continuidad y la imagen de auténtico artista del toreo, se va transformando en una deformación plástica del mismo, él que sabía hacerlo como los ángeles, se ve incapaz ya de crearlo ante los bureles.

No pasa mucho tiempo en agitarse su escorzo gitano, como vara de fresno. El brillo de sus ojos se va empañando y se pregunta: ¿de qué barro estoy hecho? Entonces decide buscarse una nueva aventura, una nueva vida por otros derroteros que el horizonte vislumbrase con más claridad, y elige otro arte….el arte culinario.

 

Velázquez Bosco, “Casa Cayetano», situada junto a la famosa Callejita de las Flores,

 

Situado en un enclave previlegiado, en el mismo corazón de la judería. A tan solo unos metros de la puerta de la Mezquita de Córdoba.

En la actualidad regenta una taberna-restaurante “Casa Cayetano», situada junto a la famosa Callejita de las Flores, donde en las paredes de su luminoso Patio morisco, cuelgan tres cabezas de toro estoqueados por él y que dan fe de su arriesgada profesión. Dicho recinto, muestra una serie de columnas y arcos califales, rodeados de cenefas con escrituras cúficas y salmos hebraicos dedicados al Dios Yahvé.

Además, Cayetano tiene el placer de presentar a los clientes de su restaurante, una carta con un muestrario gastronómico taurinísimo.

 

 


Así, para comenzar EL PASEÍLLO, les recomienda un exquisito Salmorejo Cordobés; unos Cogollitos con ajitos fritos y pimentón, o unas Tostas de morcilla caramelizada. Nos vamos PA’ LOS MEDIOS y tenemos, un Bacalao confitado en aceite de oliva; unas Berenjenas Califales con miel de caña; o el típico Flamenquín cordobés de jamón y queso. LOS REMATES CON EL CAPOTE, se compone, de Habitas babi, con virutas de jamón ibérico; Alcachofas con langostinos, o Tortilla de rabo de toro con puerros y setas. Para la faena de muleta POR ESTATUARIOS, les ofrece: Pierna de Cordero lechal, Solomillo de ternera, o el auténtico Churrasco ibérico del Valle de Los Pedroches. POR NATURALES, viene bien: Un Arroz caldoso con Bogavante y mucho marisquito, una Paella Marinera, o un Rissoto de rabo de toro. Y para la SUERTE SUPREMA, y esto no lo dice nadie…lo digo yo, un Rabo de Toro de lidia, especialidad de la casa. (Por algo le concedieron en el 2015 el primer premio de Maestros del rabo de Toro, en el concurso promovido por la Cofradía Gatronómica del Rabo de Toro, de Córdoba.

Y…PA’ REMATÁ, no quisiera olvidarme decir, que en el faldón del mostrador que da a la calle Velázquez Bosco, (antigua Comedias) hay escrita una frase de un genial torero. Su nombre: Rafael de Paula, y dice: “El torero es como los vinos, con los años va cogiendo solera”.

 

 Desde entonces la vida del diestro calé, transcurre tranquila y sin sobresaltos…

 

Antonio Rodríguez Salido

Compositor y Letrista

Escalera del Éxito 176

José Luis Cuevas

 Fotografías, Montaje y Editor

Escalera del Éxito 254

Unas fotos y carteles de Cayetano de Julia

Chiquilín en su peña junto a Cayetano y un amigo

Cayetano de Julia, Rafael González «Chiquilin» y Isaac Oliva.

Cayetano de tentadero en Dolores Aguirre 

Cayetano de Julia y Rafael de Paula

Paco Ojeda y Cayetano

Novillada en Almodóvar

Cayetano en Algeciras.

De tentadero en Dolores Aguirre

En Portugal en la ganadería de Murteira, le regalo el ganadero dos toros  antes de la alternativa

En Córdoba

Cayetano de Julia en Corella Pamplona

Tentadero en Dolores Aguirre

 Fotos del interior del restaurante Casa Cayetano