Carlos Escolar “Frascuelo”, torero de Madrid y de los madrileños, que le recibieron una vez más con una cerrada ovación después del paseíllo. El diestro, un auténtico maestro que borda el toreo y lidia como por desgracia en este siglo XXI no se ve, al primero, descarado de cornamenta, manso emplazado que se iba suelto de los capotes, lo recibió y lo colocó en suerte en el caballo. El toro se salió suelto en varas y llegó a la muleta echando la cara arriba. Inició la faena con unos doblones muy eficaces e intentó torear por la derecha a un astado que se quedaba corto y se iba al cuerpo. Lo trasteó con buen son lidiador. A toro arrancado dejó una estocada corta que fue suficiente. Pitos al toro en el arrastre y aplausos al diestro. El cuarto, otro  descarado de cornamenta lo veroniqueó bien y el toro peleó y le pegaron bien en varas. Tanto Frascuelo como Robleño realizaron unos buenos quites. El toro en banderillas acudió descompuesto al encuentro y ya con corta embestida y pegando derrotes, no hubo más que aplicarle una lidia debidamente adecuada, y tras dos pinchazos sonó un aviso, un pinchazo más y recetó Frascuelo una corta que fue definitiva. Se pitó al toro en el arrastre y el diestro saludó desde el tercio.

 

Fernando Robleño pechó con el segundo, manso huido que en varas se salió suelto para luego esperar en banderillas y persiguiendo los rehileteros a la salida de la suerte. El diestro intentó meterle en la muleta pero todos los pases resultaban rotos por los derrotes del astado. Lo despenó de una estocada caída. Pitos al toro en el arrastre y ovación al diestro. El quinto, otro manso, con genio, lo picaron en la querencia de toriles en el único sitio que se encontraba con el varilarguero. En banderillas cortaba el viaje y se iba tras la querencia de toriles repetidamente. Frente a la muleta se quedaba corto y derrotaba. Logró Robleño sacar algunos pases a cambio de exponer más de lo debido. Se lo quitó de delante de un pinchazo y una estocada. Pitos al toro y ovación al diestro.

 

Luis Miguel Vázquez con el tercer manso que peleó en varas cabeceando y en banderillas echó la cara arriba y embistió descompuesto trató de recogerlo con la muleta aguantando la corta embestida y el cabeceo sin descomponer la figura. Lo finiquitó de una estocada y escuchó aplausos. El sexto de salida se vencía por ambos pitones. Se enceló con el caballo y fue picado trasero. La faena dada la mala condición de la res resultó desdibujada pese a la voluntad del diestro. Acabó de media estocada ladeada, un pinchazo, otra estocada ladeada, dos descabellos y se echó el toro por su cuenta.

 

Es lamentable que el torerísimo porte de Frascuelo y los méritos demostrados de Fernando Robleño y Luis Miguel Vázquez se estrellasen con un encierro tan desaborido.