Sólo Matías Tejela y Miguel Ángel Perera fueron ovacionados en una tarde que no aportó demasiado al triunfal discurrir de la Feria. Los toros de Fuente Ymbro no dieron el juego esperado y los toreros vieron como sus ilusiones chocaban contra un ganado poco colaborador, a pesar de que los tres lo intentaron con interés en sus correspondientes lotes.

 

Ficha:

Se lidiaron toros de Fuente Ymbro, el quinto sobrero, de escaso juego. Mejor el primero pero sin fuerza.

Matías Tejela, ovación y silencio.

Miguel Ángel Perera, ovación y silencio.

Alejandro Talavante, silencio y silencio.

Tres cuartos largos de entrada en tarde agradable.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comentario:

La tarde no pudo ser triunfal debido al escaso juego de la corrida de Fuente Ymbro, sobre la que se habían puesto muchas esperanzas, pero que no cumplió con las expectativas. De este modo, la terna se fue de vacío y sólo Matías Tejela y Perera fueron ovacionados.

Poca fuerza tuvo de salida el primero de la tarde. Matías Tejela lo cuidó en el capote y Perera se lo pasó muy. cerca en un quite por gaoneras. Tejela comenzó la faena con variedad y le cogió de entrada la zurda y poco a poco se fue acoplando, logrando naturales de buen trazo. El de Fuente Ymbro siempre quiso coger la muleta y fue un buen colaborador, pero le faltó fuerza, de ahí que al madrileño le costara conectar con el público. Mató de buena estocada y fue ovacionado.

Miguel Ángel Perera se fue a portagayola a recibir al primero de su lote, viviendo un momento de gran riesgo porque el toro se le vino al cuerpo. Después le dio buenos lances ganando terreno que fueron muy aplaudidos. El toro fue muy cuidado en el caballo y Perera le hizo un quite por tafalleras sin enmendarse. Brindó al público e inició la faena con dos pases cambiados por la espalda muy ajustados. En la primera serie por la derecha el toro se le coló dos veces pero él insistió hasta sacarle una serie de mucho mérito. Estuvo muy fírme con un toro nada fácil, reservón y que aprovechaba culquier hueco para poner en apuros al torero. Perera estuvo muy por encima de su oponente en una labor sobria. Mató de dos pinchazos y descabello.

El tercero de la tarde no permitió lucimiento en los primeros tercios. En la muleta, Talavante le cambió el terreno y logró ligar una serie buena con la derecha. Cambió al natural y el toro se rajó, emprendiendo la huida a chiqueros. A partir de ahí la lidia consistió en una persecución sin más lucimiento. Pinchó varias veces y descabelló.

Matías Tejela cuidó al cuarto en el caballo, pero no pudo evitar que diera una voleterera que le mermó mucha fuerza. A la muleta llegó con el fuelle muy corto y duró muy poco, de modo que no hubo posibilidad de faena. Mató de metisaca y estocada y su labor fue silenciada.

El presidente devolvió al quinto por la constante protesta del público. El sobrero embistió sin ritmo al capote de Perera y el torero le robó algunos lances estimables. El toro apenas fue castigado en el caballo pero a pesar de ello perdió las manos varias veces en el inicio de la faena. Perera lo aguantó con temple pero la embestida de este sobrero era sosa en extremo, de modo que no pudo calentar el cotarro. El toro terminó rajado como el tercero, buscando descaradamente las tablas y ahí acabó todo. Mató de pinchazo y casi entera y descabello.

El sexto no dio facilidades a Talavante en el capote y tampoco en la muleta. Fue otro animal sin raza que embistió a la defensiva, en definitiva un toro deslucido con el que era imposibles construir nada destacado. Mató de pinchazo y estocada.