Una tarde ventosa y fría, tanto en el albero como en el tendido a sido esta primera novillada preferial. Los novillos fueron de Paluguillo y Albaserrada. Estos últimos han prestado pésimo juego a contraste con los primeros que se han dejado entender mejor por los espadas.
El primero de la tarde, Albaserrada, un cenizo de buen fenotipo y playero de hechuras le ha correspondido a José Antonio Bustamante, un novillo suelto que no se entregaba a lo que se le quería hacer, con la muleta siguió esta actitud, colándose por el derecho, en donde empezó la tónica de la tarde; tocó ir en busca del acero. La entrega fue lo que quedó.
Jairo Pilamunga, recibió con temple a su novillo, un noble de Paluguillo, a portagayola, y por largas cambiadas de rodillas, que motivó al respetable. Jairo, agarró los palos y colocó dos buenos pares, al tercer par, recortó las banderillas, y fue ahí donde el novillo hizó de él, golpenadolo fuertemente en la clavícula, actitud que amenoró notoriamente la condición del diestro, que mostraba su intenso dolor. Supo dar una que otra tanda ligada, que no se acompañó de la espada, dando una vuelta al ruedo. La entrega seguía presente.
El tercer eral, correspondiente a Carlos Lárraga, embistió muy bien al capote y fue donde Carlos le supo lancear muy bien, el de Albaserrada humillaba y esto fue necesario ya que con la muleta, se dieron las primeras tandas ligadas de la tarde, donde el público se entrego al novillero, que de no haber sido por la espada, hubiera tocado pelo. Vuelta al ruedo merecida para Lárraga.
A Freddy Segovia le correspondió un novillo que de inicio no se acoplaba al torero, ni él al novillo, probón y suelto en el capote, hasta que Freddy le supo parar un poco con la muleta, en donde en un descuido el novilllo hizo de él y se lo llevo hasta las tablas, que no pasó a mayores. Luego de esto, Freddy se entregó de mejor manera y le supo sacar muletazos más templados y largos, luego, el novillo se quedó y la espada no ingresó. Lástima.
El quinto de la tarde, correspondiente a Danilo Ordóñez, salió feo desde el inicio, no probó ni un solo capotazo, ya que era demasiado suelto y no se fijaba. Ya en la muleta, el novillo se rajó desde el primer muletazo y ni por derecho ni izquierdo se dejó entender. Hizo de Danilo en dos ocasiones, siendo la segunda de mucho pánico para los espectadores ya que Ordoñez se desplomó, pero esto no impidió para que salga a terminar con su enemigo, que si nunca se fijó, peor se cuadró, esto desembocó en el toque de los tres avisos y pitos mientras el novillo volvía a los chiqueros. El diestro salió en pie a la enfermería. Sabemos que ya se encuentra mejor.
Martin Tobar, salió a partirse en el último, que lo recibió con una bonita portagayola y tres largas de rodillas, lanceó bien a la verónica, y en la muleta lo recibió de rodillas, animando al respetable. Luego, por el derecho le supo firmar sendos muletazos, los más coreados de la tarde y haciendo varios pases de riesgo que acogió bien el publico, dió una buena estocada que no fue suficiente para que doble el novillo. Al final, una merecidísima vuelta al ruedo.
Desde Quito, informa Santiago García