La Fiesta Brava en Venezuela en la actual coyuntura económica política por la que atraviesa el país requiere de la unidad de todos los taurinos sin distingos de clase y posición porque si bien es cierto que la masa no está para bollos, lo que no puede negarse, ello no quiere decir que sea abandonada a su mejor suerte.

En estos tiempos de crisis, que afecta a todos por igual, la afición y pasión taurina, ahora más que nunca, se impone a como dé lugar, con unidad, voluntad, esfuerzo de todos los aficionados que indudablemente deben sumar no restar, darle el mayor de los apoyos a quienes se la juegan el todo por el todo por mantener latente la llama de la Fiesta Brava, las Ferias Tradicionales Taurinas que se celebran a lo largo y ancho del territorio venezolano, fuera y dentro del Calendario Taurino Venezolano.

En lo que va de año, enero y febrero, la afición ha dado un rotundo sí a los toros, sí a la Fiesta Brava, refrendado en las Ferias de San Sebastián y del Sol con su exitoso Carnaval Taurino, en San Cristóbal, Estado Táchira y Mérida, Estado Mérida, respectivamente, lo que no puede negarse pese a situaciones que habrán de subsanarse y en las que las Autoridades Taurinas tienen la última palabra por el bien de nuestra Fiesta.

Claro estamos deben denunciarse irregularidades, criticar sin destruir, sin ensañamiento como lo hacen algunos, decir las cosas como son sin pelos en la lengua sin hacer daño personal o institucional pero también es cierto, que en la difícil coyuntura socio económica política que se vive en Venezuela, la defensa y permanencia de nuestra Fiesta Brava, depende de la unión de todos los taurinos, no socavando más el ya escabroso camino que se tiene por delante, se debe sumar no restar y olé.      

Imagen: Obra de José Antonio Moreda. Escalera del Éxito 218