Permítame salir a correr al toro como lo debe hacer un ‘cuadrillero’ que va de plata acompañando a una figura de oro que con sello bolivariano desde la tierra que ‘es amiga de la espuma y de la rosa’ se abre de capa de seda y a partir de hoy iluminara esta trinchera con sus letras mayúsculas, ¡Un honor Maestro Vito!

Ya que de baranda me he referido a la cuadrilla, me viene a la tatema la suerte de correr el toro que llega a convertirse en pieza de arte cuando se ejecuta a una mano, ¿a qué se deberá que esta función este casi en el olvido? ya que ando en eso de los subalternos los que en unos días más van a entrar en rito de lidia torera ardua y extenuante, cuando no se quiten el terno por largas dieciséis tardes, lo que ocurrirá a partir de cuándo se escuchen los primeros acordes que compuso un chileno de apellido Garrido, pa’ echar a volar los ánimos de quienes asistirán a partir del 19 de abril a la Feria de San Marcos 2014.

El llamado ¡El serial No. 1 en América! en el papel estará conformado por dos novilladas y catorce corridas de toros, el que esperemos a la mera hora no sea a la inversa, porque si en el palenque los gallos siempre dan el peso y rebosan estampa y en los casinos los ases y los reyes no requieren de ‘ayuditas’ a sabiendas de que público no tolera el engaño y la mentira ¿por qué en la Plaza de Toros si?, pues porque los veedores de bureles cuidan que a los apoderados no les vayan a maltratar a sus ‘máquinas de luces’ y tengan que parar de hacer dinero y por ello obligan a los empresarios faltos de ética, a darle al público novillos por toros, o ¿será porque existen algunos operadores que ofrecen a las figuras cachirules en edad y degradación de trapío con tal de lograr una rebaja de honorarios a la vez que se ahorran el pagar un año más de edad en el ganado?, por ello sería bueno que si los aficionados detectan el cochupo saquen los paliacates prietos o de plano no les hagan el caldo gordo a los lucradores y que no nos vengan que eso se da porque Aguascalientes es una feria donde el público es diferente y solo le importa divertirse por qué entonces yo preguntaría ¿que acaso Madrid y Sevilla no son ferias?

Aproximación en la distancia

Víctor José López EL VITO

Comentaba nuestro muy apreciado colega Guillermo Rodríguez, de Radio Caracol Bogotá, que hace 70 años Alfonso Ramírez “El Calesero” inauguró la temporada de la Feria de Medellín en Colombia. Reclama Guillermo, con mucho tino, se haya roto el hilo mexicano en las ferias neogranadinas. Recuerda de la importancia que alcanzó el toreo mexicano, por aquellos días que lideró Carlos Arruza cuando Luis Procuna capitalizó la idolatría popular.

Días apasionantes de Silverio, emocionantes de Antonio Velásquez y admirables por su maestría de Fermín Espinosa “Armillita Chico”, que en Lima como en Bogotá partía plaza junto a Domingo Ortega y a Manolete.

Había proyección de grandeza del torero de México, en España pero principalmente en las plazas del Perú, Colombia y de Venezuela, donde sembramos la fiesta con la semilla del toro mexicano, y las suertes del toreo azteca.

Hoy quiero referirme a la Feria de San Marcos, la mera mera de la cuna del recordado Calesero, que ofrece una cartelera de 18 espectáculos sin nombres sudamericanos. Faltan los nombres de buenos toreros que en sus actuaciones expanderían el radio de influencia de las noticias y de interés por los protagonistas gracias a los eventos de tan importante temporada como lo es la Feria de San Marcos. Sería como sembrar la semilla, para lograr cosechas generosas de los frutos del toreo de México.

México vive momentos importantes y seguros estamos que llenar con los nombres de Joselito, Juan Pablo, Diego, Arturo o Zotoluco, los carteles de Bogotá o de San Cristóbal, Valencia y Cali, Medellín y Mérida, Manizales o de Maracay, conquistada el pasado sábado, a Ley y con la razón de su arte por «El Calita”, debería darle más redondez, universalidad y hasta continuidad a la actividad del torero americano. Es cuestión de sentido común, no de imposiciones absurdas.