No es habitual coincidir durante el sorteo con un matador que actuará por la tarde y te agradezco que hagas un paréntesis para atenderme. ¿Cómo te sientes en estos momentos previos?

Siento mucha responsabilidad porque –además de ser una corrida más- estamos mi pueblo y en el de mi familia, son las fiestas e intento vivir todo el día con intensidad. Por eso estoy todos los días sacrificándome, entrenando y privándome de algunas de las cosas cotidianas de la vida y que disfrutan otros chicos de mi edad. Me gusta aprovechar el día de la corrida desde comienza, venir al sorteo, estar con mi cuadrilla y pensar en la tarde, que de momento no son muchas pero que estoy luchando para que sean algunas más.

 

¿De qué color es el vestido que vas a lucir esta tarde?

Azul turquesa y oro.

 

¿Alguna vez te has arrepentido de iniciar este camino de locos que muchas veces parece la profesión de matador de toros?

No. Nunca me he arrepentido. A veces tienes bajones que vienen en los momentos en los que piensa uno que es muy dura esta profesión. Pero lo que te puedo decir a día de hoy es que si volviera a nacer volvería a ser torero.

 

¿Cómo te gustaría que resultara esta tarde, te imaginas la faena antes de hacerla?

No me gusta venir con nada preparado. Lo que yo prefiero es disfrutar sobre todo, hacer las cosas con gusto y como yo las siento e intentar que mi toreo llegue a la gente y disfrute con lo expreso y con lo que sale de mi corazón.

 

A veces da la impresión de que no existe una relación directa entre el buen toreo y el número de contratos. ¿A qué crees que se debe la tremenda lucha de despachos que lleváis la mayor parte de los profesionales del escalafón?

Hay una lucha de intereses muy grande a veces, otras la demanda del público, en otras ocasiones cuesta hacer valer lo que uno se gana en la plaza, los empresarios quieren asegurar el festejo y es lógico que prefieran toreros populares… Todo esto hace que nos resulte muy complicado meter la cabeza a los toreros que nos encontramos en esta situación. Pero bueno, con lucha y tesón cada vez puedo tener más cerca la posibilidad de estar en algunas ferias.

 

Otro tema en candelero es la prohibición en Cataluña, ¿cómo lo ves tú?

No es bueno que a quien tiene una profesión le quiten sitios en los que puede trabajar. La parte buena es que esto está en boca de todos y que todo el mundo no hace otra cosa que hablar de toros. Y otro aspecto positivo es que se puede encarecer el toreo lo que podría beneficiar a muchos.

 

Pero yo te quiero poner en un brete, ¿cómo se explica que el Gobierno de España conceda la Medalla de Oro de las Bellas Artes a los toreros y a la vez acate la prohibición? ¿Cómo se puede prohibir lo que el mismo Gobierno declara como cultura?

Claro que es un contrasentido. Es todo política más que otra cosa… Vivimos en democracia y hay que respetar la libertad de los que quieren ir a los toros. ¡Cómo puede ser que nos den la Medalla y a la vez nos prohíban realizar nuestra profesión! Mucho más cuando en Barcelona también hay quien contribuye con su voto a la concesión de estos reconocimientos. El otro día escuché al maestro Roberto Domínguez explicando su sorpresa ante quienes van a los toros en Cataluña y a la vez votan a favor de la prohibición.

 

Bien, te deseo mucha suerte para esta tarde. Eres un torero de aquí, pero también te consideramos como de nuestra alicantina tierra y ha venido un autobús de aficionados villenenses a ver como toreas y queremos verte también toreando por allí.

Os lo agradezco de corazón porque a pesar de que aquí tengo a toda mi familia es muy estimulante saber que habéis venido desde tan lejos a verme. A pesar de que es aquí donde he nacido, Alicante para mí está en todo lo alto y espero torear muy pronto por allí, que me hace mucha falta un triunfo allí porque es una plaza trampolín para poder estar en otras también importantes.

 

De acuerdo, Fran. Finaliza esta entrevista como prefieras…

Lo dicho, muchas gracias por haber venido pues supone un orgullo para mí y espero que disfrutéis con mi toreo y que funcione el boca a boca, porque es la mejor publicidad.