Pero había que esperar la decisión del maestro, mientras el Señor Fournier, Alcalde-Senador de Nimes y presidente de la corrida, había reconocido el ruedo junto a Simón Casas, y parecían también convencidos que el aplazamiento era la mejor opción. Luis Manuel Lozano se mostró a favor de esta alternativa a tenor del estado imposible del ruedo. Pero llegó Sebastián Castella y tomó la decisión de torear, y nada ni nadie pudo hacerle cambiar de parecer. Ni siquiera el chaparrón que empapó aun más el albero y se atrasó una media hora el paseíllo que abrió el festejo y bajo una cerrada ovación del público dispuesto a disfrutar del acontecimiento.

Sorteada las adversidades de la climatología, fueron los toros que no respondieron esta tarde. Después de una novillada matinal de los mejores augurios para los ganaderos galos, no estuvieron a la altura del evento las ganaderías anunciadas para la encerrona. Se les midió a todos el castigo en varas en el único encentro con los montados debido al estado embarrado del ruedo, pero el comportamiento en el último tercio resultó muy dispar. Los dos mejores fueron los de Garcigrande, mientras que el de peor juego fue el de Alcurrucén. Entre tanto, saltó al ruedo un Núñez del Cuvillo que prometía de salida pero que se apagó demasiado pronto. El de Albarreal salió con calidad pero acusó flojedad de remos, y el ejemplar de El Pilar, con picante en el arranque de su lidia se vino a menos en el último tercio. Único punto en común con la función matinal, el diestro de Béziers falló en varias ocasiones con los aceros lo que le privó de cortar al menos dos orejas que ya tenía en el esportón.

 

 A la postre queda la gesta, más allá del resultado estadístico de poco relieve, puesto que el diestro francés ha vuelto a dejar gran muestra de su pundonor y valor. A lo largo del desarrollo en condiciones dantescas del festejo, supo renovarse para conservar cierta densidad a la tarde y el público lo asimiló perfectamente, y estuvo apoyándole en todo momento, incluso en los más delicados.

 

 

 

Reseña:

 

 

Plaza de toros de Nimes

¾ de plaza, lluvia durante todo el festejo

 

 

Sebastian Castella único Espada

 

 

Albarreal: Silencio

Garcigrande: Dos orejas

Núñez del Cuvillo: Saludos

Alcurrucén: Silencio

Garcigrande: Oreja

El Pilar: Ovación