José Antonio Benítez, cuyo verdadero nombre es José Antonio Maldonado, estuvo vinculado en su niñez al mundo de los toros, acompañando a su padre tanto al campo como a las plazas en las que actuaba. Desde la adolescencia, ante las primeras vaquillas a las que se enfrentaba, se vislumbraba en José Antonio una gran facilidad e inteligencia para la lidia, aptitudes que con el paso de los años se han depurado a tal punto que hoy por hoy se constituye en uno de los novilleros de mejor calidad y técnica. Tras forjarse como aspirante en varios festejos menores de provincia, José Antonio debutó con caballos en Iñaquito en la preferia del año 2000, y el 7 de diciembre del 2002, hizo el paseíllo  en la Feria Jesús del Gran Poder junto a los ibéricos Jesuli de Torrecera y Fernando Cruz, con novillos de Santa Rosa y Campo Bravo. Posteriormente, el 18 de septiembre del 2005, actuó en el Coso de Insurgentes, en México, la plaza más grande del mundo, cumpliendo así uno de los más caros sueños de todo novillero. Entre tanto, la plaza de su tierra, la de Riobamba, ha sido siempre propicia para él, pues varias veces ha triunfado incontestablemente en ella, como el 10 de noviembre del 2006, cuando indultó a un novillo de La Ensenada tras una clamorosa faena. En ese mismo albero, José Antonio supo también estar a la altura de las circunstancias durante la feria abrileña del 2007, cortando dos orejas de mucha valía en una tarde para el recuerdo, en la que debió cambiar la puerta grande por la de la enfermería, tras ser corneado, lo que no le impidió hacerse valer en su plaza, compartiendo el cartel con el entonces considerado figura mundial Joselito Adame. José Antonio Benítez se constituye sin duda, en uno de los ases más importantes del toreo nacional, y a la vez, en uno de los novilleros más valorados por los aficionados de gusto exigente y fino paladar taurino.

 

 

 

 

 

 

 

          Desde Quito, informa Carlos Reyes Pazmiño

          Coordinador General para Ecuador de sabiosdeltoreo.com