Fuente: El Arte Taurino

Desde 1575 se hace referencia a la intervención de Santa Teresa de Jesús para amansar y atar a un toro o buey que andaba suelto por Beas de Segura sembrando el pánico entre sus vecinos tras soltarse del yugo en que estaba uncido para realizar labores de arrastre en las obras del Convento de Monjas Carmelitas Descalzas de San José del Salvador.

Precisamente en el Convento de las Carmelitas Descalzas, erigido en honor a San José del Salvador en 1575, se conservan reliquias de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, fraile que escribiría muchas de sus obras en esta localidad.

Y se dice que desde aquel extraordinario acontecimiento se empezó a festejar en los años sucesivos corriendo por las calles de Beas una o varias reses ensogadas por los cuernos y engalanadas de forma vistosa.

Toros ensogados de Beas del Segura
Toros ensogados de Beas del Segura: en honor al milagro de santa Teresa,
Celebración del Toro de San Marcos

El programa de la celebración: la llegada de los toros el día del víspera, adornados vistosamente y con collar de campanillas y cascabeles así como un aparejo bordado sobre el lomo (acción que se conoce por “cascar” las reses), la procesión con la imagen de San Marcos sobre una carreta de la que tiran dos reses domadas y un hecho que ocurría antes de la entrada en vigor del actual reglamento de festejos taurinos populares, que las reses que intervenían en la celebración eran luego devueltas a sus vacadas

Cascar las reses ,consiste en sujetar fuertemente a los toros en el tronco de un árbol o columna, en una reja o en alguna anilla de hierro anclada en la pared mientras los miembros de la cuadrilla lo cogen por los cuernos y lo inmovilizan para colocarle un collar de campanillas y cascabeles, un aparejo y un frontil bordado con hilos de vivos colores.