En el recuerdo de todos los componentes  del Círculo Cultural Taurino Internacional, hoy Homenajes  Escalera del Éxito, siempre estará presente aquel día en el que Don Dámaso González (Matador de Toros), nos hizo el Honor de  recibir la  Escalera del Éxito N º 40

Temple

Dámaso González hizo sus primeros pinitos como torero con el bonito y artístico sobre nombre: Curro de Alba. No le salieron bien las cosas cuando se presentó en Vista Alegre con ese falso nombre… y empezó a funcionar con credibilidad cuando en la temporada siguiente  se presenta en Barcelona tal cual se llamaba.

Conservo un cartel de una novillada en Astorga que la toreamos hace cincuenta años: Carlos Zúñiga, Curro de Alba y yo mismo.

¿Casualidad?,  los tres modestos novilleros de aquella lejana tarde hemos sido fieles a nuestra vocación…con el máximo acierto de Dámaso como torero propiamente dicho…y con la máxima dedicación o entrega caso de Carlos y mía, en otros menesteres necesarios de la enigmática, genuina y actualmente casi mal explicada y comprendida Tauromaquia.

Pocos carteles de novillada sin picadores tuvieron, tienen y tendrán tanta proyección taurina como el de aquella tarde en la “capital de los Maragatos”.

Dámaso González es torero supremo en el parar, templar y mandar en el arte de torear. Y de un valor tan verdadero como natural.

Su compromiso, temperamento, temple, colocación y quietud son de libro a estudiar por niños y jóvenes con ilusiones y sueños toreros.

Dámaso, reunía la parsimonia y estatura de Sancho con el corazón aventurero y generoso de D. Quijote.

Si hubiese tenido una figura intermedia entre los dos personajes de Cervantes, estaríamos hablando de uno de los toreros con más estética de la Historia. En lo ético es referencial.

Dámaso González, era, es y será un hombre íntegro y leal a principios ejemplares y quizá eternos.

Dios, o los dioses, si existen, ya estarán organizando festivales benéficos para los más desprotegidos… contando con la colaboración y participación del pequeño-gran hombre manchego.

Seguro que descansa en paz.

Ángel Arranz – Agosto 2017