Por José María Portillo Fabra
Presidente de la Tertulia «El Castoreño» del Real Círculo de la Amistad de Córdoba.
Las fotos que acompañan a estas líneas, se refieren a un hecho que escuché contar a uno de sus protagonistas, Alfonso González «Chiquilin», tío del actual matador de toros, respecto a una corrida celebrada en agosto de 1960 en la plaza de la población de Muro, en Mallorca, con toros del Cura de Valverde, de Salamanca, para Alfonso González «Chiquilin»«Sanluqueño» y Pepe Núñez, que tomaría la alternativa. En realidad, esto sería lo único que vería el público, porque el segundo valverde«Cubetero», infligió una tremenda cornada en el muslo a «Chiquilin», que cuando  estaba siendo atendido  en la rudimentaria enfermería, escuchó un grito del público e inmediatamente después vio entrar en la enfermería a «Sanluqueño», que llevaba… tres cornadas nada mas: en la ingle, en el muslo y en la axila. El pronóstico fue de «gravísimo», igual que el de «Chiquilin», que sufrió además una fractura de fémur.

El recién alternativado Pepe Núñez, subió entonces al palco y le dijo al presidente que no mataba al toro, el cual incluso había matado un caballo en el tercio de varas. «Cubetero» pertenecia a la ganadería conocida como del Cura de Valverde, por ser su propietario, don Cesáreo, canónigo de la catedral de Salamanca. La presidencia optó, entonces, por suspender el festejo y meter en la cárcel al recién doctorado Pepe Núñez. Hizo mal: en aquellas circunstancias, seguir con el festejo hubiera sido celebrarlo sin enfermería, ocupada como estaba por los otros dos toreros.

Pero no acababa allí el terrible domingo: cuando llevaron al día siguiente a los heridos a Palma de Mallorca, en una  habitación contigua yacía el rejoneador Salvador Guardiola, desnucado por un toro en la plaza de la capital de las Islas. A este toro lo mató Salvador Távora, entonces sobresaliente, y  tiempo después célebre dramaturgo y director teatral de vanguardia.

Esto nos lo contaba Alfonso «Chiquilin» en la cafetería Hispania, en la calle Cruz Conde, a Paco Avalos, Manolo Yepes y a mi. Tenía yo 14 años, y me parece que los estoy viendo a todos.

(En las fotos, un soberbio natural de Chiquilin en las Ventas, el momento de su cogida  por «Cubetero» y el cartel comunicando la suspensión de la corrida)