Informa desde Venezuela. Giovanni Cegarra. Periodista Taurino

Suspendidas temporalmente por el Alcalde del Municipio Libertador las actividades preliminares de la Feria del Sol en sus 50º años de vida y diferido por el Gobernador del Estado Mérida, el Carnaval Taurino de América pautado para la primera semana de marzo, todo se vino al traste para el sector comercial empresarial turístico taurino familiar comunitario, se tiró al piso toda inversión para la fecha ferial de Mérida, Estado Mérida, occidente venezolano, producto de las secuelas de la realidad país.

Realidad circunstancial venezolana, de la que Mérida no se escapa, que pega duro en el lomo de los sectores citados, que tenían la esperanza de reimpulso económico en una temporada por demás emblemática como la de Carnaval, en la que ciudad se colma de afluencia turística atraída no solo por la Feria, las corridas de toros, sino también por sus atributos turísticos recreacionales, el puente vacacional.

Se escucha que los entes involucrados en lo de la Lª Feria del Sol, Carnaval Taurino de América, junto a los representantes de las Cámaras de Comercio y Turismo, Corporación Merideña de Turismo (CORMETUR) se reunirían esta semana, para sopesar la realidad y condiciones actuales, que espero lo hagan sin influencia política e interesada, que ya mucho daño hace a la temporada turística carnestolenda y en sus efectos, analicen en buena forma y contexto, los pro y los contra, echar adelante o suspender definitivamente, la actividad ferial taurina merideña.

Taurinos y no taurinos, conscientes están que estamos mal, que la crisis agobia a todos, pero ello no implica que nos echemos a morir, que no se trabaje y produzca por el país, que dejemos de disfrutar lo que nos gusta, tradiciones, costumbres, aficiones, cada quien es libre de hacerlo, a su manera y disposición, es dueño de sus acciones y decisiones que están por encima de las que se impongan extemporáneamente por la realidad circunstancial que confrontamos, en la que de hecho, con todo y crisis, todos anhelamos un respiro de tranquilidad, entrenimiento, convivencia pacífica, dentro de lo que cabe, con Dios y punto.