Rafael pide una silla.

-¿Silla? ¿Una silla?- De paja.
Ya han encontrao la alhaja.
Ya se sienta en su Sevilla.
¡Cálculo de maravilla!
Tres, de maestro, le ha dado:
alto, de pecho, ayudado.
En trono de querubines
y cantando por bajines.
Todos de pie. Y él sentado.