Nuevamente se enciende la alerta roja en la ciudad de Maracaibo, Municipio Maracaibo del Estado Zulia, Venezuela, ante mal viento que sopla en el futuro taurino de la Feria en honor a Nuestra Señora Virgen de Chiquinquirá «La Chinita» para noviembre venidero, por la intromisión religiosa en contra de nuestra Fiesta Brava y como dice el refrán «cuando el río suena es porque piedras trae» y «camarón que se duerme se lo lleva la corriente». 

 

La amenaza surge desde el Púlpito de la Diócesis de Maracaibo, al frente de la cual está el Arzobispo Mons. Ubaldo Santana quién utilizando la plataforma de la Iglesia Católica desde la cual predica, arremete contra lo taurino de la Feria de La Chinita, que forma parte de lo cultural, tradicional, folklórico, turístico de una Feria Patronal con 47 años de existencia, irrespetando su gentilicio e idiosincrasia  que deja en entredicho a quien dice ser Pastor de la Iglesia.

 

El viento antitaurino que sopla sobre la Feria Zuliana avizora que el Prelado de la Iglesia Católica en el Zulia anda metiéndose «en camisa de once varas», en lo que no le compete ni le corresponde como Pastor de la Iglesia, recomendando, sugiriendo y casi imponiendo como si tuviese poder para ello, a la Alcalde de Maracaibo, Evelyn Trejo de Rosales, que se las trae con sus actuaciones pues recordamos la maracuchada del 2011 preáumbo a la Feria de «La Chinita», que no se dé lo taurino y/o  solo se den sólo dos corridas de toros en dicha Feria Patronal, que el «Día de La Chinita» no se dé ningún espectáculo taurino, algo ya tradicional en el Zulia al igual que el juego de béisbol profesional.

 

El Púlpito de predicación pastoral religiosa se ha convertido en un verdadero Púlpito Antitaurino, amén del ribete político que ya tiene, de la mano del Arzobispo ya citado, que olvida que entre los taurinos hay católicos, protestantes, ateos, evangélicos, cristianos, cada quien respeta a cada quien, vive y convive de sus tradiciones y costumbres, algo que ha olvidado dentro de su apostolado católico para con su ilógica intromisión, irrespetar la cultura, arte, costumbre, tradición de un pueblo fervoroso apegado a su idiosincrasia, como lo es el pueblo zuliano.

 

La Alcalde Evelyn de Rosales le hace la corte a los adversarios de la Fiesta Brava desde el pasado año y lo más triste de su actuación es que ella iba a las corridas de toros en tiempos de campaña, se confundía con los aficionados, a quienes abrazaba y besaba, todo eufórica y ahora hace lo contrario, política al fin y al cabo, uniéndosele a ella, la actitud del Prelado de la Diócesis de Maracaibo, que raya en la sin razón, pretendiendo cercenar el derecho de todo ciudadano de ir y disfrutar lo que mejor le gusta.

 

«Cuando el río suena piedras trae» y los taurinos del Zulia, la Comisión Taurina Municipal, deben salir en defensa de lo taurino en la Feria de «La Chinita» porque «pá luego es tarde» y evitar que desde un Púlpito Antitaurino, se cercene al pueblo marabino, maracucho, zuliano, de su tradición, cultura, costumbre, por parte de quienes no saben vivir y convivir con el colectivo, no saben respetar para que los respeten.

 

Aficionados de todo el país hay darle apoyo a la afición taurina zuliana ante esta nueva maracuchada de quienes nos adversan, que se afincan solapadamente utilizando la ilógica actitud de quien usa el Púlpito Religioso para atacar la Fiesta Brava en Venezuela, olvidando su apostolado católico como Pastor de la Iglesia que es y debería ser.