La carrera taurina de Marcos Peña ha estado marcada por una constante lucha por ser incluido en los carteles de las diferentes ferias del país.  Jamás ha desmayado en su empeño por ser alguien importante en el mundo del toro, es por ello que cada día entrena y se ejercita, para estar siempre a punto para sus compromisos.

 

Todos los aficionados conocemos la tauromaquia que lleva dentro de sí “El Pino”, aquella tauromaquia llamada “de pellizco”, esa que hace degustar al aficionado de hueso colorado, aquella que sólo poseen los diestros “caros” y que da sitial de figura del toreo.

 

Lamentablemente al torero tachirense le ha faltado un mentor que vea sus posibilidades, que explote su potencial y lo coloquen el sitial que realmente debe ocupar. El diestro tachirense ya sabe lo que es actuar en el marco de la Feria Internacional de San Sebastián, pues desde que se doctoró en este coso, siempre ha saldado sus actuaciones favorablemente, inclusive con salida a hombros al lado de  Julián López “El Juli”,  maestro de la tauromaquia.    

 

Algunos aficionados exclaman que “El Pino” es un poco frio a la hora de realizar la faena de muleta, pero debemos recordar que estamos ante un diestro de los denominados artistas. Aquellos que de un momento no pueden regalar una tarde de toros que perdurara en la retina de los aficionados. No es un diestro bullidor.

 

Marcos  Antonio Peña Esteves nació en San Cristóbal el 12 de junio de 1982, hijo del banderillero del mismo nombre. Sus primeros aprendizajes los recibió de su señor padre, posteriormente ingresa a la Fundación Escuela Taurina de San Cristóbal en donde de la mano del maestro Faraco se forjó y perfeccionó su tauromaquia. Fue llevado a España por el matador de toros sevillano José Antonio Campuzano quien le puso en varios carteles.

 

Compartió estadía ibérica con un grupo de jóvenes novilleros, entre ellos el galo Sebastián Castella actualmente figura del toreo. Junto a ellos, se pulió y poco a poco fue adoptando su manera de percibir el toreo. Tomó la alternativa en la plaza de toros Monumental de Pueblo Nuevo, el 24 de enero de 2002 de manos de Javier Conde bajo la presencia de Julián López “El Juli” quienes le cedieron la lidia y muerte del toro “Consentido” de la ganadería de El Paraíso.

 

Este año podría ser el de la consagración del torero local, integra el cartel del sábado 28 de enero acompañado por el granadino David Fandila “El Fandi” y del francés Juan Bautista quienes tendrán que pasaportar reses de las vacadas ganaderas de Rancho Grande y El Prado.