Con un lleno en el tendido de sombra y partieron plaza el rejoneador Gastón Santos vestido a la usanza Portuguesa, los matadores a pie Enrique Espinoza “El Cuate” e Ismael Rodríguez, así como los forcados de Cadereyta.En él que abrió plaza, “Muñeco”, de 485 Kg, un astado que acudía con alegría al caballo, le clavó el primer rejón al estribo, continuando su labor citando de frente y dejando su segundo rejón al quiebro. Puso banderillas al violín y a dos manos, dando muestra  de un rejoneo llevado con mucha valentía y mucho arte. Para los forcados de Cadereyta hubo dos intentos en los que el toro se arrancó y se paró, el rejoneador Gastón Santos los dejó continuar con una tercera pega en la que fallaron, a petición del publico se les otorgó una cuarta oportunidad en la que los Forcados de Cadereyta realizaron una extraordinaria pega, que agradeció el publico. El rejoneador Gastón Santos con el rejón de muerte clavó un metisaca y un pinchazo antes de dejar una estocada tendida pero certera, con lo que el público le supo corresponder  su valiente actuación con una aclamada vuelta al ruedo, vuelta que el jinete compartió con Tano Menchaca, quien protagonista de la pega.

 

“Alonso” 574 Kg marcado con el #137, un toro imponente, astifino, cornivuelto, plantado en los medios sale a su encuentro el matador de turno Enrique Espinoza “El Cuate” recibiéndolo con verónicas pausadas, y un remate con una media. En la faena de muleta, después de brindar al respetable, depositando cuidadosamente la montera en la arena con los machos hacia abajo, se topó con un toro quedado y con una enbestida áspera, con la cabeza a media altura., el toro se  astilló el pitón derecho, cambiando forzosamente la embestida después de buenos derechazos, Enrique llevó a su toro por naturales más se quedaba mucho, pero el torero queriendo imponerse en su plaza aguantó las cortas embestidas de su astado. Con el acero dejó una estocada de poco mas de tres cuartos en muy buen sitio, presentando la primer oreja de la tarde.

En su segundo un toro que salió ya con una visible debilidad, “Torilero” de 534Kg., negro listón delantero de pitones, playero, el matador Enrique se lució por verónicas con el percal, lástima que el toro se despitorró después de la suerte de banderillas a raíz de de un derrote en el burladero de matadores. Por lo que el matador tuvo que abreviar, para matar al astado sin poderle cuajar su segunda faena de la tarde.

 

En segundo “Petrolero” marcado con el #90 con 492 Kg negro bragado listón delantero de pitones fue recibido por el matador Ismael Rodríguez con verónicas y chicuelinas. En la suerte de varas el toro empujó con fuerza al varilarguero y propició un tumbo sin ningún incidente que lamentar y después de un certero puyazo, pasó el matador al trasteo de muleta con la que se le vio con el mejor lote de la tarde, un toro sin malicia que pasaba muy bien por los dos lados al inicio de la faena, más a mitad de faena se quedó sin fuerza y buscando pasaportar a su toro por la suerte contraria, yéndose por todo lo alto dejó un pinchazo y en un segundo viaje una estocada caída el matador, con la cual el toro se amorcilló, pero caer con tardanza y dejar todo en palmas para el espada.

No hay quinto malo, ya que este último toro de la noche, el mejor presentado y él que más nobleza desarrolló, de nombre “Escorbo”  #92, fue él de embestidas más bonancibles de la corrida. Recibido por su matador por  verónicas y  gaoneras, se lució  Ismael Rodríguez en una faena de muleta muy entonada, con derechazos muy templados, artísticos, muy pausados que el juez supo valorar después de una estocada hasta la empuñadura entera, otorgando las dos orejas, para proclamarse el torero  triunfador de la tarde

 

                                                                           Desde Monterrey, informa Angie Vázquez                      carito baquero.jpg