Se abrió de capa con tersura a la verónica y un firmó un estrujante quite por chicuelinas. Con mano muy baja y templando la embestida con la muleta su faena arrancó con muletazos largos por abajo que le fueron muy coreados y en los medios se recreó toreando por el lado derecho con tandas largas de derechazos llevando al enemigo metido en los vuelos de la pañosa, Después de cuatro ceñidas manoletinas dejó una buena estocada que tardó en hacer efectos. Petición de oreja y salida al tercio.
 Con su segundo, que fue el quinto de la tarde, templó la embestida de la res con verónicas despatarrado que pararon el tiempo por la lentitud de cada lance, el novillo se vino a menos pero el coraje de Sergio a más y prácticamente se montó en los pitones para arrancarle los muletazos que traía. Un silencio expectante se apoderó de la plaza ante la determinación y la entrega del novillero,  y en cada embestida el suspiro del público que veía como pasaban las astas a milímetros de la piel del torero.  Se fue tras la espada y tras dos pinchazos logró dejar una estocada al ejemplar más difícil del encierro. El respetable lo sacó al tercio para ovacionarle la entrega y el valor.
 
JAVIER RUIZ
 
El tlaxcalteca que volvía a México después de aquella sonada bronca que originó que se suspendiera la temporada por algunos domingos tuvo una buena actuación con su primero, recibiéndolo a la verónica, quitó por tafalleras que le fueron aplaudidas, con la muleta faena variada por ambos lados, sobresaliendo las tandas por el derecho. Dejó una estocada ligeramente desprendida para que el juez le otorgara una oreja, que un sector del público protesto.
 Con el cuarto de la tarde estuvo voluntarioso ante el mejor novillo del encierro, lo toreó con pases aislados y la gente le pedía que continuara las tandas pero no se acomodó y en un momento el novillo le echó mano, mandándolo a la enfermería conmocionado, pero el pundonor del torero lo obligó a salir a terminar con su enemigo, Silencio.
 
ALEJANDRO CORONA
 
El de Morelia llegó a la plaza México con un bagaje de 10 novilladas en su espuerta y mostró deseos de agradar ante dos buenos novillos, logrando en momentos muletazos de muy buena factura. Pinchó a sus dos novillos para retirarse en silencio.

 

 

    Crónica de Jackeline Medina

Coordinadora General para México de Sabiosdeltoreo.com