Lo vengo diciendo y escribiendo hace tiempo, los adversarios están actuando solapadamente, están ganando terreno y lo han logrado en las esferas oficiales, por lo que debemos unirnos todos los gremios  del toro, en un solo frente, cámaras de comercio y turismo, autoridades taurinas, empresarios, ganaderos, toreros, comunicadores, aficionados y en sus efectos, dejar de lado, sin distingos de clase y posición, actitudes y rencillas, que en nada han favorecido a nuestra Fiesta Brava.

Todos nos hemos quedado dormidos en los laureles, sumidos en la indiferencia, desidia, pasividad y ahí tienen, llevemos del bulto, otro zarpazo más en contra de nuestra Fiesta Brava en Venezuela y con comunicados repetitivos, nada se hace ni se logra, como bien lo sentenció en su escrito Raúl Gordon Blasini y remató Victor Eduardo Ramírez Molina Vitico, a lo que me sumo, con sobrada razón.

Peleamos o desaparece la Fiesta Brava en Venezuela. O trabajamos ya unidos definitivamente o moriremos bien crucificados. Los taurinos lamentablemente, por su pasividad, tenemos la guillotina a ras del cuello.

Señores, basta de comunicados, palabrería, figuración. Dejen de chuparse el dedo para que no se les incoen, tras el madre puyazo que ha dado, el fulano Defensor del Pueblo, que no sabe ni donde se sienta y se para, violando los elementales derechos de los ciudadanos, de disfrutar lo que les gusta y no se ocupa de hacer respetar los reales derechos ciudadanos y humanos del pueblo que asegura, ama y protege.

De la Fiesta Brava en Venezuela, se beneficia todo un pueblo, sea o no taurino, hasta los políticos, que la han usado para llamar la atención y les conozcan, en su campaña personal en tiempos de elecciones.

Las acciones a seguir deben ser contundentes, ir a todas las instancias, a las Alcaldías, Gobernaciones, Cámaras Municipales, Ministerios. Nuestras Ferias Taurinas Venezolanas están decretadas como Prestadoras de Servicios Turísticos y reconocidas como tales, por el Ministerio del Turismo, el Instituto Nacional de Turismo (INATUR) por lo que bien desfasado y perdido anda el Defensor del Pueblo y si hay que llegarnos de nuevo, a la Asamblea Nacional Bolivariana y hasta la propia Presidencia de La República, hay que hacerlo sin miedo, sin pasividad, sin temor, luchamos o desaparecemos, una realidad que está ya, a flor de piel.