Torero, empresario, apoderado y hombre de bien.
El gran taurino cordobés, Juan Muro, falleció este domingo, 3 de abril de 2022, a los 84 años de edad, como consecuencia de una larga enfermedad cardiovascular. Persona entregada al mundo del toro, tuvo una trayectoria de éxito como novillero con picadores, tras la que ejerció como apoderado.
Hombre de buen carácter, apasionado del mundo del toro que atesoró entre sus valores personales, la inquietud y seriedad como empresario y la fidelidad y el romanticismo como apoderado, algo tan escaso hoy en este difícil mundo del toro.
Juan ha sido todo un ejemplo de hombre luchador. De la nada, se hizo a sí mismo. Pese a las dificultades que desde pequeño le tocó vivir, su gran corazón le inclinó siempre al bien de los demás.
Apuntes biográficos.
Juan Muro Mesa nació en Córdoba, el 12 de abril de 1938. Empezó su actividad torera durante la temporada de 1958 y actuó en gran número de festejos económicos. En ocasiones, utilizó el apodo de Cordobés II. El 8 de abril de 1962, torea su primera novillada con caballos en el ruedo de San Sebastián de los Reyes (Madrid), donde alterna con Curro Gómez y Rogelio Llorente, en la lidia de ganado de la viuda de Arribas. Practicó un toreo tremendista, llevado a él por su propio carácter de hombre decidido y luchador, el que le forjó la propia vida que le tocó vivir, desde muy pequeño; años aquellos en los que como él cuenta, orgulloso —fueron días en los que, mi mejor menú era el pan con bellotas, porque después, los sorbitos de agua sabían a gloria, y asegurando que de ahí le vino la fortaleza con la que después se enfrentó a los avatares de la vida—.
En Moralzarzal (Madrid), resultó cogido de gravedad, el 7 de octubre de 1963. Cuarenta y seis días de dolor en el Sanatorio de Toreros no sirvieron sino para afianzar más su afición.
Juan Muro actuó no solo en cosos españoles, franceses y portugueses; también pisó los ruedos sudamericanos, incluido el de San Juan de Puerto Rico. Desde la temporada de 1973, figuró varios años como subalterno, sin pertenecer a cuadrilla alguna con carácter permanente.
Después de su empeño por alcanzar un sitio como torero, pasó al terreno empresarial, organizando espectáculos taurinos y cómico-taurinos, y apoderando a toreros y rejoneadores, así como prestando ayuda a novilleros en la parte seria de sus espectáculos. Un día que lo visitamos en Madrid, Pepe Toscano y el que subscribe, nos recordó con mucho cariño a todos los toreros de Córdoba de su tiempo, especialmente a José María Montilla y a Fernando Tortosa, mostrando por ellos un gran afecto y destacándonos tanto sus cualidades artísticas como sus excelentes valores personales.
Desde este blog, trasladamos a sus familiares y amigos, nuestro profundo pesar por su irreparable pérdida. Descansa en paz, amigo.
Domingo Echevarría
Jose Luis Cuevas
Montaje y Editor
Escalera del Éxito 254.-
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Echevarria, Juan Muro y Toscano
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