Por los vientos que soplan, las cosas con esto de lograr agrupar en un solo gremio, a los profesionales del toro en Venezuela y en definitiva lograr, la unidad nacional taurina, no tiene ni pies ni cabeza. En verdad, no veo ni siento en el ambiente taurino, plena disposición para ello, porque a estas alturas, a casi una semana de conocerse, fueron prohibidas las corridas de toros en San Felipe, Estado Yaracuy, las reacciones gremiales, empresariales, ganaderas, de comunicadores y aficionados taurinos, han sido fantasmas, una que otra, se ha dejado sentir.

Sinceramente, no le veo el queso a la tostada.

Cierto que se reunieron allá en Maracay, en el marco de su Feria de San José, que acordaron algunas acciones, ofrecieron mediar entre los dos gremios taurinos pero de allí, más nada ha pasado, el silencio es sepulcral y para remate, ninguno de los afiliados y gremios de toreros existentes en Venezuela, a los que directamente, entre otros, se les cercena su derecho al trabajo, a la  fecha, no se han pronunciado públicamente al respecto, vaya preocupación tienen y al que le caiga el guante que se lo plante.

Admiro la preocupación de algunos toreros, en torno a la suerte de nuestra Fiesta Brava y su intención de unificación gremial, pero no es suficiente, lo quedado, la pasividad, la apatía, en el resto de taurinos en todo el país, es por demás patética.

Cerrada ha sido la Fiesta Brava, en el Nuevo Circo de Caracas, luego en Barquisimeto, Estado Lara; en Barcelona, Estado Anzoátegui y ahora en San Felipe, Estado Yaracuy, ¿cuál será la próxima? y los taurinos, como si nada, nada que ver, dormidos en los laureles.

En verdad, con esto de lograr la unidad nacional taurina para la defensa y permanencia de la Fiesta Brava en Venezuela, no le veo el queso a la tostada, por ningún lado, o despiertan del letargo los taurinos venezolanos o mueren de pie, ni cuentan se darán y para más luego, tarde será y que no se diga, que apenas tres o cuatro comunicadores taurinos, no lo advertimos a tiempo y ni que Dios nos agarre confesados.