Ya casi se va enero y ya salen a la palestra los carteles definitivos de las primeras ferias. Desde su tribuna aplaude nuestro editor Luis Pla la confección de los carteles de Valencia, tema de Manzanares aparte. En el aspecto de analizar los carteles, y por el peso que creo que esto tiene para la tauromaquia, nos quedamos siempre con el análisis del ganado anunciado. Y el de Valencia, todavía, tiene un pase, o quizás dos, lo de Adolfo y lo de Fuente Ymbro que parece ser que ya, definitivamente, ha cogido el sitio que otrora le perteneció a Torrestrella, ese toro que queda en tierra de nadie, es para el aficionado y es para el torero, y lo de San Mateo. Lo demás, es todo harina del mismo costal. En el caso de lo de Castellón, otro de los carteles que ya se ha rematado, literalmente aburre, no se da una sola oportunidad al toro clásico.

Así y viendo las combinaciones, sorprende en Valencia: el mano a mano entre Talavante y Roca Rey con la corrida de Victoriano del Río. La pugna entre toreros que debe ser un mano a mano, se queda en un espectáculo en el que el examen a resolver, el toro que se mata, termina siendo el que pone un viejo amigo, que demás nos da las preguntas antes de presentarnos ante el tribunal. Los diestros se prestan al juego. Lo entendemos por Talavante que buscará lo habitual, el acomodamiento. Nos escuece en  caso de Roca Rey que debería comprender que la importancia no está en hacer que se mide contra el primero sino en demostrar que quien le mide es el toro. Sorprende, o no, que El Juli siga explotando ese idilio, carente de toda emoción, con lo de Garcigrande. Ya sabemos que Julián es capaz de hacerle una faena a uno de Garcigrande, y que el roce hace el cariño. La pregunta es ¿lo es de hacérselo a otro toro, sin sudar como un atleta, sin que se lean en sus labios, al terminar cada tanda, palabras mal sonantes? No lo sabemos. Hemos tenido tan pocas ocasiones de verlo. Y éstas, han sido tan poco efectivas… Por cierto, aquello de la gesta que luego no llegó, que cuando llegó resultó ser otra cosa diferente de lo anunciado ¿se retomará? ¿Tiene intención El Juli de demostrar su capacidad y poder en todas las pruebas o se va a quedar para siempre como jaleado corredor de medio fondo? Para terminar con este tema, el mano a mano con López Simón pierde mucho atractivo ante la eterna ganadería. Total, que esos dos diestros en los que queríamos ver la renovación ya han envejecido, ya entran en el camino de los que mandan y se baten con el hombre antes que con el toro. Lo de Manzanares, que preocupa a nuestro editor, ya es problema suyo, del torero. Eso sí, parece que lo de la publicidad va a dominar su carrera taurina. Al final, el ofendido del cartel debería ser el Fandi, que todavía no ha aparecido en los anuncios de las marquesinas del autobús. Los otros dos tienen en este aspecto amplia experiencia.

Luego viene lo de Castellón. Del toro olvídense: Juan Pedro, Núñez del Cuvillo, García Jiménez por aquello de la cercanía, en fin. Destaca el mano a mano entre López Simón y Roca Rey que lo harán ante lo de Juan Pedro. Es una pena. Seguimos primado al hombre sobre el toro. Como ya sabemos por experiencia a dónde lleva eso,  y entendemos que los diestros y sus representantes también lo saben, juzgamos de antemano y claro, juzgamos para mal. Un poquito de toro para Castellón, por favor.

Seguimos perdiendo esencia. Seguimos eliminando al toro del espectáculo, o para ser más certeros, seguimos convirtiendo al toro en un aliado con el que conquistar a los espectadores del día, para primar un toreo naif, aburridote, descafeinado, y muy, muy lucrativo ¿Durante cuánto tiempo?

Imagen: José Mª Fresneda