Breve historia. El Museo Taurino está ubicado dentro del recinto de la plaza de toros de Las Ventas. Fue creado en 1951 por la Diputación Provincial de Madrid bajo la presidencia de don Mariano Ossorio Arévalo, marqués de la Valdavia.

 

Fue inaugurado el 15 de mayo de 1951, festividad de san Isidro Labrador, patrón de Madrid, y el núcleo del Museo fue la entonces recién adquirida colección Ortiz Cañavate. La dis­tribución inicial de salas y objetos se mantuvo hasta 1968, cuando se llevó a cabo una primera reforma, que se amplió en 1991. En 1988, el Museo pasó a estar bajo la gestión de la Comunidad de Madrid y en la actualidad depende del Centro de Asuntos Taurinos, órgano de promoción taurina de la Vice­presidencia, Consejería de Cultura y Deporte y Portavocía del Gobierno de la Comunidad de Madrid.

 

Pinturas, esculturas, retratos. El núcleo original del Museo lo componían más de un centenar de cuadros, miles de car­teles, fotos y revistas, de la colección Ortiz Cañabate. En el inventario que se hizo en 1951 se detallaba la procedencia de los restantes fondos, que fueron donativos o propiedad de la propia Diputación.

 

La colección de retratos original evocaba las grandes figuras del toreo desde el siglo XVII hasta el siglo XX, como Juan Rome­ro, Joaquín Rodríguez, Costillares; Pedro Romero; Pepe Illo; Francisco Montes, Paquiro; Manuel Domínguez, Desperdicios; Francisco Arjona, Cúchares; Salvador Sánchez, Frascuelo; y Rafael Molina, Lagartijo, todos héroes del toreo de los siglos XVIII y XIX. Algunos retratos pertenecen a la escuela de Eugenio Lucas, como el de Juan Romero realizado por Antonio Carnicero.

 

Más recientes son los retratos de otros toreros, como el de Vicente Pastor, obra de la pintora Helen Harvey, José Gómez Ortega, Jose/ito, carbón sobre papel de Manuel Benedito y Juan Belmonte, cuadro del gran pintor Daniel Vázquez Díaz, sin duda una de las grandes obras del Museo. El retrato de Marcial Lalanda es obra de Manuel de Cossío.

 

Otras obras pictóricas relevantes son fruto de los pinceles de acre­ditados artistas taurinos como Roberto Domingo, que inmortalizó la salida a hombros de Ricardo Torres, Bombita, obra clave del Museo que, forma parte del depósito que realizó en 1991 la Aso­ciación Benéfica de Auxilios Mutuos de Toreros, heredera del pri­mitivo Montepío de Toreros, del que fuera fundador y primer pre­sidente el citado Bombita.

 

Entre las esculturas en bronce, hay tres dedicadas a Juan Belmonte, una de ellas obra del vizconde de Yebes. Son dignos de mención los bustos de Antonio Bienvenida, Cesar Girón y Gregorio Sánchez, obra los tres del escultor Laíz Campos, y la talla en madera de Domingo Ortega, de su gran amigo, el escultor Sebastián Miranda.

 

El Museo rinde asimismo homenaje a la antigua plaza de toros de Madrid, sita en la Puerta de Alcalá, a través de dos exquisitas pinturas de la escuela de Paret.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Documentos. Tiene una muy notable colección de documentos entre las que destaca la Real Cédula de S. M. de 1805 “por lo que se prohíbe absolutamente en todo el Reino, sin excepción de la Corte, las fiestas de toros y novillos de muerte”, y la bula del papa Pío V (siglo XVI), por la que “se excomulga” y anatemiza a los Príncipes que consintiesen las corridas de toros”.

 

Grabados. Entre otros expone las cuarenta estampas que constituyen la llamada Tauromaquia, de Francisco de Goya.

 

Vestidos. El museo tiene una rica colección de vestidos de torear, lo que permite seguir la evolución de su diseño desde el siglo XIX hasta la actualidad.

 

Capotes de paseo. Otra de las grandes joyas del Museo son los capotes de paseo, verdaderas piezas maestras de la orfebrería y el diseño.

Carteles. La cartelería es también una excelente muestra del arte pictórico, del que el Museo tiene innumerables ejemplares, desde el siglo XVIII.

 

Cabezas de toro. Es depositario de algunas de las cabezas más significativas de la historia del toreo, destacando especialmente la del toro “Perdigón” de la Ganadería de don Antonio Miura, que hirió mortalmente a Manuel García, el “Espartero”, el 27 de mayo de 1894 en la plaza de toros de Madrid.

 

Conclusión. Después de esta reciente remodelación el Museo Taurino está estructurado en tres salas: la primera destinada a resaltar a toros y toreros; la segunda alberga fondos relacionados con la plaza de toros de Las Ventas y la tercera muestra la rica colección del vestido de torear.

 

La gestión del Museo corresponde al Centro de Asuntos Taurinos y sus fondos provienen en su gran mayoría de donaciones de particulares, de ganaderos y de toreros, aunque no se rechaza la posibilidad de comprar, en función del interés o rareza del objeto.