El primero al salir de varas blandeó de manos, aunque se dejó pegar en el caballo. Volvió a flojear ante la muleta de Sergio Aguilar,  y cada vez más quedado se paraba en la mitad de la suerte y acabó desarmando al diestro. La faena quedó en lo que podía ser y no fue. Entrando con el brazo suelto dejó un pinchazo y una estocada. Saludo desde el tercio. El tercero se emplazó en el centro del ruedo de salida y escarbó. Frenaba ante los capotes y se iba huido. Tomó dos varas dejándose pegar. Banderilleado a cabeza pasada los rehileteros clavaron en los costillares del toro. Con la muleta lo trasteó el espada, mientras el toro tardeaba y escarbaba. Lo pasaportó de una estocada contraria recetada con el brazo suelto. El quinto se iba suelto de los capotes sin fijeza, y desarmó más de una vez  a los peones. Tomó dos varas y rivalizaron en quites los dos diestros, Aguilar por chicuelinas y Mora por verónicas. Inició el torero  la faena de manera equivocada pues citó de lejos y sacó un estatuario por la espalda yéndose el toro.  Entonces cayó en el error y lo enmendó con muletazos adecuados sufriendo al final un desarme. Al fin se entregó el toro y sacó pases corriendo bien la mano. Con el brazo suelto dejó una estocada trasera y ladeada. Sonó un aviso y remató con una estocada perpendicular. Ante los aplausos del entusiasta público dio la vuelta al ruedo por su cuenta.

 

David Mora se lució por verónicas, el toro cumplió en varas y Sergio Aguilar se destacó en el quite de turno. Ante este primero de su lote, que quedó sin arrancada y que cuando tomaba la muleta lo hacía derrotando, no fue posible hacer faena y David Mora lo quiso obligar a pasar, sufriendo un derrote y perdiendo la muleta. Lo despachó entrando con el brazo suelto de un pinchazo, una estocada perpendicular y ladeada y un descabello. Aplausos. El cuarto se emplaza de salida, hace extraños a los capotes y se va suelto. Cuando aparecen en el ruedo los picadores se arranca a uno y toma una vara, y se va al otro recibiendo un puyazo más. Puesto en suerte entra nuevamente al caballo corneando el peto y saliendo suelto. En banderillas hizo centro a los rehileteros y no se arrancó. Con la muleta lo obligó y no obedecía al engaño. Terminó el astado aquerenciado en tablas. Con el brazo suelto dejó entrando al hilo de las tablas una estocada trasera y ladeada. Aplausos a la voluntad. El sexto tomó el capote, fue al caballo aunque hubo que repetir el ponerlo en suerte, saliéndose suelto. El diestro realizó un quite por chicuelinas y otro por gaoneras. Faena sin cruzarse y citando con el pico de la muleta. Gastó tanto tiempo en uno y otros pases que sonó un aviso. Y acabó entrando con el brazo suelto de un pinchazo y una estocada trasera, tendida y ladeada, aprovechó los aplausos que le tributó el público para dar la vuelta al ruedo.

 

Hay que reflexionar lo que viene sucediendo en la monumental de Las Ventas que hasta ahora ha sido la primera plaza del mundo en categoría y respeto. El aficionado debe imponer su criterio de entendido en tauromaquia en evitación de que el público entusiasta le gane la acción provocando el desprestigio del coso madrileño.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Crónica de José Julio García

Decano de los críticos taurinos de España