Informa desde Venezuela. Rubén Darío Villafraz. Periodista Taurino

El lio de toro en Venezuela entra en letargo una vez que de las pocas ferias de gran relevancia que nos queda como fue la recientemente culminada Feria del Sol dio carpetazo por este año, el cual han disfrazado como la feria del cincuentenario, y vaya que por poco lo es, a tenor de las 23 orejas, 2 rabos, 2 indultos que se pasearon por el redondel emeritense.

Si sacamos una “media y chi cuadrada” del valor de estas, podemos decir que nos vamos a la mitad de apéndices con real valor para el taurino que paga su boleta y espera ver un espectáculo íntegro y cónsono a lo que debería ser una plaza de primera categoría como es la de Mérida, el cual desde hace tiempo dejo de serla. Como bien dijo el buen aficionado Don Eduardo Soto -a quien los “catedráticos” de la CTM le han hecho un affaire bajo la impavidez de quien consideraba sus amigos- hace pocos días, a la par de lo que es Achaguas en el ámbito taurino nacional, con todo el respeto que merece su singular feria en honor al Nazareno. Imagínense.

Lo cierto del caso es que en ruedos europeos otro venezolano que esta calentado bártulos y espuertas es Manolo Vanegas, a quien este año su representante le tiene pautado su salto al escalafón mayor. Si lo será en junio próximo en Francia, pero previo a ello, Manolo estará de nuevo pasando examen por la Catedral del Toreo como es Las Ventas, en el marco de la temporada previa a las ferias de la Comunidad y San Isidro, ante reses santacolomeñas de La Quinta, este próximo 2 de abril, al lado de los debutantes en este ruedo Ángel Sánchez y Daniel García Navarrete.

Como se recordará, Vanegas en junio del 2015 cortaría una oreja en este ruedo, pisando este ruedo en tres ocasiones más, con actuaciones de gran calado en el exigente aficionado de la capital española, a la espera que se obre la circunstancia para la campaña taurina del 2018 por ruedos venezolanos estarle viendo “barrer” a muchos del escalafón si no se “amarran los machos”, pues junto con Colombo son los llamados a conformar la dupla del toreo nacional que de nuevo devuelva la ilusión por nuestros toreros nacionales, exigiendo eso sí el verdadero toro, de edad y trapío que haga darle importancia a lo que se les haga.