Como en todo porque no estoy descubriendo nada nuevo, han existido a lo largo de la existencia del mundo, en la Fiesta de Los Toros hay quienes juegan a la derrota, al fracaso de quienes hacen esfuerzo por impulsarla y fortalecerla si no son tomadas en cuenta «sus recomendaciones» en las que por supuesto, va de por medio sus intereses por demás personales, dándose a la tarea de destruir el mundo del que han vivido y convivido malsanamente, se las dan de inmaculados defensores de la Fiesta Taurina pero son los propios mafiosos taurinos, «aquí se hace lo que yo digo, yo mando y si no se muere».

 

Muy cierto y «a quien le caiga el guante que se lo plante» pero es la realidad, en la Fiesta de Toros existen quienes prácticamente se semejan a jefes mafiosos, esgrimen el chantaje sin contemplación alguna, «estás conmigo o no lo estás», se debe hacer lo que ellos dicen, imponen, recomiendan y si no, la orden a sus borregos seguidores es acabar destruyendo el esfuerzo que haga cualquiera por mantener encendida la llama de la Fiesta Brava, la Fiesta de Toros.

 

No me cabe duda en afirmarlo, es una cruda realidad que tenemos a la vista de todos, a la vuelta de la esquina de cada rincón taurino.

 

Tal cual mafioso, lo que ellos dicen, sugieren, deciden, exigen e imponen, es lo que debe hacerse y si no son tomadas en cuenta sus recomendaciones, enfilan sus baterías en contra de quienes no  hacen caso de sus sugerencias en el mundo del toro, contribuyendo inconcientemente, a debilitar la existencia de la Fiesta de Los Toros.

 

Ahí están, conocidos son, los que juegan a la derrota, al fracaso del esfuerzo de quienes luchan por mantener viva la Fiesta de los Toros, solo lo que ellos dicen es lo que vale, son los mafiosos taurinos que como en otros estratos sociales, empresariales, profesionales, económicos, han sido combatidos, desterrados, destetados en gallarda lucha  y en nuestra Fiesta Taurina ya se hace necesario enfrentarlos y destronarlos en buena ley.