Con un cuarto de hora de retraso se inició el primer festejo de esta Feria de Aniversario, a modo de propina del largo serial de San Isidro en la Monumental de Las Ventas. Rafaelillo, Diego Urdiales y Matías Tejela tuvieron en circunstancia que vérselas con cuatro toros de la ganadería anunciada la divisa salmantina de “Los Bayones” encaste Atanasio Fernández y Lisardo Sánchez , solo se lidiaron cuatro toros.

 

Los Sobreros, el quinto de Fraile Mazas Hermanos encaste Lisardo Sánchez, el sobrero corrida en sexto lugar de Valdefresno, que dio buen juego.

 

Desiguales de presentación, pobres de casta, poca fuerza, excepto el tercero. Por enésima vez denunciamos el deficiente estado de la cabaña española del toro de lidia, en el siglo XXI. Resulta alarmante que de seis astados sólo uno puedo embestir, aunque de bravura y fuerza lo justo. Los ganaderos tienen que desoír imposiciones para no acabar con la Fiesta antes que sus declarados enemigos.

 

¿Y el toreo? El toreo igual, fuera de cacho, pico muleta, un pase rematado fuera y otro, sin ligar. Al matar ¿qué tal?, pues la martingala del brazo suelto, perfilados al hilo del pitón o fuera de suerte. La muleta tan importante su juego en esta suerte, antes llamada la SUERTE SUPREMA, la llevan como si fuese una toalla y como se van de la suerte, se van fuera, la estocada obligatoriamente, salvo casualidad, obligatoriamente tiene que ser caída o baja. De los tres espadas Matías Tejela destacó ante el tercero, el que mejor embistió y cuando lo tenía todo ganado, una estocada baja lo echó todo abajo. Los cinco intentos de faena al resto de los astados, casi todos disminuidos, no tuvieron relumbrón por culpa de los mansos, sin fuerza y casta, lamentable. Ojo! Que el que avisa no es traidor. Así con frecuencia vemos la tauromaquia en sus diferentes aspectos decepcionantes.

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera Del Éxito 103