Tarde con amenaza de aguacero aunque la lluvia descargó en breves momentos y la corrida pudo continuar siguiendo su curso. Se lidiaron seis toros de la ganadería de Baltasar Ibán. Bien presentados con cornamenta respetable y encastados. Pelearon en varas con celo y el cuarto derribó en varas.
Fernando Robleño que siempre es esperado con esperanza por sus paisanos por la torería y el valor que atesora destacó desde que desplegó el capote ante el primero que peleó en varas y se salió suelto de la primera, empujó en la segunda. Ante la muleta acudió sometido para cuajar una faena que completó por el buen juego del toro con pases sin perderle la cara hasta que el toro dobló de un pinchazo y una estocada. El cuarto con descarada cornamenta derribó en la pelea en varas. Lo muleteó con mando y torería y porfió por ambos lados sacando ligados muletazos hasta que se lo quitó de delante de una estocada después de sonar un aviso y lo remató de dos descabellos.
Luis Bolívar se las vio con el segundo, un toro con bravura que se arrancaba fuerte. Muleta en mano lo citó arrancándose de lejos desarmándole en una embestida y continuó el astado con fuerte arrancada. Lo igualó y de media estocada ladeada, un descabello y tras sonar un aviso y seis descabellos más lo dejó para las mulillas. El quinto cumplió en varas y en la arrancada en banderillas se dobló de manos y cayó. Ante la muleta volvió a perder las manos y rodó nuevamente por la arena. Tras unos muletazos para igualarle le receto media estocada ladeada y acabó con el descabello.
Rubén Pinar tuvo en el tercero de la tarde un toro que peleó con codicia ante el caballo y tomó la muleta entregado en la embestida pero quedándose corto. De media estocada delantera y dos descabellos le dio fin. El sexto apareció en el ruedo con una descomunal cornamenta, lo lidió con valentía y brevedad. Lo despachó de una estocada.
De los toros de Baltasar Ibán se esperaba que dieran más juego en la muleta. Al no ser así los toreros cumplieron con voluntad y brevedad y los aficionados paraguas en mano abandonamos La Monumental.
