Festejo entretenido, pese a la inevitable duración ya habitual de dos horas y media. Se pierde demasiado tiempo en la porfía muletero que se podría evitar con faenas más breves y eficaces, lidiadoras como corresponde a un buen sentido torero. Se alargan con pases y más pases que no proceden, así llegan loa avisos y el aburrimiento del público.

 

Los novillos de la ganadería cacereña de Guadalest, encaste Torrestrella, salieron nobles, siguieron a las telas toreras, cumplieron en varas, algunos justos de fuerza y dos, tercero y quinto flojearon con repetidas caídas, que volvieron  al corral. En sus respectivos lugares se corrieron dos sobreros de la ganadería La Constancia, el tercero derribó en varas y no se cansó de embestir, el quinto flojeó de manos y embistió con fijeza.

 

El getafense Cristiano Escribano cada vez más afianzado en el toreo, aunque debiera de cruzarse más al citar. Destacó con el capote al recibir al primero por verónicas. Buen comportamiento del novillo en varas. Destacada faena, que hubiera ido a más, se lo repetimos, de cruzarse más, obligando al astado a embestir llevándolo sometido en la muleta con temple y mando, que lo hubo, pero sin profundidad. Perfilado fuera de la suerte y con el brazo suelto, dejó una estocada.

 

El cuarto justo de fuerza, cumplió en varas y el diestro se lució en el quite. La faena muleteril resultó bien trazada que remató de estocada y descabello y saludó desde el tercio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El mexicano Diego Silveti que se despedía de novillero, camino ya de la alternativa se encontró con el segundo, que cumplió en varas y embistió con nobleza y repitiendo. Destacó en el quite por chicuelinas. La faena tuvo ligazón en las repetidas series de pases. Con el brazo suelto sumó un pinchazo y una estocada ladeada. Hubo petición de oreja y dio vuelta al ruedo. Biznieto, nieto, hijo y sobrino de matadores de toros de calidad con el estoque, si le vieran atacar con la espada llevando el brazo suelto, vicio reinante en la actual torería, se lo recriminarían. Devuelto al corral el quinto por flojedad de remos, salió el sobrero de La Constancia que cumplió ante el picador, se dobló de manos, pero no lo acusó después. Faena aceptable, pases ligados que alargó en demasía. Escuchó un aviso y perfilado fuera de la suerte atacó con el brazo suelto para dejar media estocada, repitió cobrando una estocado perdiendo la muleta en el embroque.

 

El conquese Mario Alcalde que se ha hecho torero en la Escuela de Madrid, se presentó en Las Ventas causando buena impresión. Inválido el tercer novillo, retornó al corral, en su lugar se corrió un sobrero de la divisa de La Constancia que derribó en el primer puyazo, el diestro se lució en el quite por chicuelinas. Después de su buena pelea en varas, acabó entablerado. Lo muleteó a favor de querencia con buen estilo que rublicó de estocada con el brazo suelto en la suerte contraria, sonó un aviso y dobló el astado. El sexto abanto de salida llegó a la muleta con buena embestida. Faena con destellos que alargó demasiado y tras una estocada ladeada, sonó un aviso antes que doblara el novillo, cuando el reloj de la Plaza marcaba las once de la noche, dos horas y media desde el comienzo. Estos chicos torearán mejor o más vulgar, pero pesados, sí lo son.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera Del Éxito 103