Más de media entrada presentó La Monumental a pesar de la amenaza de temporal de lluvia y viento que molestó durante la lidia.
Se corrieron novillos de la ganadería de Nazario Ibáñez, encaste Carlos Núñez.
Álvaro Sanlúcar, con el primero flojo de remos y embestida corta que restó calidad a cuanto realizó poniendo torería lo despenó de una estocada y saludó desde el tercio. El cuarto, con genio y cabeceo constante tampoco ofrecía mucho, el diestro fuera de cacho y citando con el pico de la muleta sufrió un desarme. Lo finiquitó de una estocada.
Gonzalo Caballero se le vio sereno y con torería. El segundo se salía suelto con intención de saltar la barrera. Embistió con genio y ligó pases con sello de torería dominando la embestida descompuesta del novillo. Terminó con una estocada trasera, otra estocada contraria y se acostó el toro. Se levantó y sonó un aviso, terminó rematando con el descabello. Ante el quinto, manso y huido que se salió suelto en varas tomó la muleta porfiando y al fin logró pases muy toreros. Acabó de un pinchazo y un metisaca rematando con el descabello. Arrastrado el manso saludó desde el tercio.
César Valencia se mostró muy decidido, pechó con el tercero, corretón, manso y sin fijeza. Se salió suelto en varas, hizo hilo con los banderilleros después de que clavaran. Pases movidos hasta acabar de una estocada. Recibió al sexto a porta gayola y el novillo barbeó las tablas, se fue suelto de los capotes. En varas peleó corneando el estribo. Con flojedad de manos llegó al último tercio y deslució todo intento de muleteo. Puso punto final de una estocada.
Arrastrado el último toro de la novillada abandonamos la plaza en busca de calor porque el ambiente en cuanto al termómetro fue más abajo que el concepto de los novillos.
