Alarman ya mucho los casos del desarrollo taurino en la plaza de Madrid que siempre ha sido la que ha marcado el estado de la tauromaquia desde los meses de junio, julio, agosto y septiembre se nos están ofreciendo novilladas sin que aparezca salvo en escasas excepciones toreros con bagaje para ser en un futuro destacadas figuras. Es poco lo destacable y mucho lo censurable para sentirnos optimistas por lo que en el futuro se nos ofrezca. Este domingo que nos ocupa los novilleros Pedro Carrero, Manuel Dias Gomes y Javier Prado que hacía su presentación en la plaza se las entendieron con novillos de la ganadería de don Tomás Prieto de la Cal. El primero fue devuelto al corral por flojedad manifiesta de remos, dobló varias veces las manos ante los capotes y se vio que no respondía, en su lugar se lidió un sobrero de la ganadería de Mollaita que como el resto del conjunto novilleril acusó poca fuerza, poca casta y resultó corto de embestida echando la cara arriba en los muletazos. El toreo realizado por los jóvenes diestros no destacó, resultó deslavazado. A la hora de matar utilizaron como siempre la mala moda con el brazo suelto, es otro de los lunares negros de la actual tauromaquia del siglo XXI. La entrada que registró este festejo es como la de los anteriores menos de un cuarto del aforo, es una pena. ¿Cuándo se va a tomar cartas en el asunto y pensar si la culpa es de los carteles que se ofrecen o de la falta de afición, por cuestiones económicas o de cualquier otro ámbito?

 

José Julio García
Decano de la Crítica Taurina
Periodista – Escritor
Escalera del Éxito 103