Tras las aceptables entradas registradas en el ferial de San Isidro con casi llenos o llenos en este primer festejo de después se registró un cuarto de entrada. Lamentable bajón de público que no entendemos. Siempre las novilladas han sido atracción por lo que se podía ver o sorprender porque podía destacar una joven promesa que justificara su calidad o porque el cartel era atractivo. En esta ocasión los novillos de la lidia de Guadajira que pastan en Badajoz con encaste Domecq Díez, bien presentados que cumplieron en varas pero el juego para el resto de la lidia aunque los novillos fueron nobles su embestida no fue clara y se quedaban cortos. Algunos flojearon de remos. Con este género ganadero se tuvieron que medir Miguel de Pablo, Miguel Ángel Moreno y Diego Fernández.

Miguel de Pablo saludó con buenas verónicas al primero que cumplió en varas. La faena muleteril resultó movida y fuera de cacho, el novillo quedado tenía media embestida el diestro puso voluntad hasta que acabó de una estocada perfilado al hilo del pitón y atacando con el brazo suelto y un descabello. Ante el cuarto destacó al lancear por verónicas, el novillo cumplió en varas y llegó a la muleta con poca embestida. Lo intentó por ambos lados pero el novillo sin emplearse por flojedad de remos y tras unos muletazos se echó en la arena al hilo del pitón se perfiló pasara entrar a matar y con el brazo suelto dejó un pinchazo, repitió y dejó una estocada corta ladeada, sonó un aviso y acabó el puntillero con un sin fin de intentos.

Miguel Ángel Moreno vio en el segundo un buen novillo que cumplió en varas y embestía con nobleza. Se esperaba algo destacado pero no alcanzó nada destacando al menos al estoquear. Sin embargo colocado fuera de la suerte y con el brazo suelto dejó un pinchazo hondo, repitió y acertando con una estocada dobló el toro. El quinto se salió suelto en varas, novillo corto de embestida se arrancaba con media ante esta situación lo despenó de pinchazo, estocada, escuchó un aviso y acabó de tres descabellos.

Diego Fernández se le esperaba con cierto interés en recuerdo de su presentación en Madrid el pasado 1 de septiembre y dejó buena impresión demostrando que sabe hacer el toreo. Se esperaba un repetición ante el tercero de la tarde destacando en quites. En principio el novillo fue tomando bien los muletazos pero se acabó pronto la embestida y todo fue de trámite al rematar de una estocada entrando con el brazo suelto. Un aviso y siete descabellos. El sexto novillo de salida acudió a los capotes topón y se dobló de manos. Con la muleta lo fue metiendo en sazón y sacó unos derechazos que ligó con el pase de pecho. El novillo deslucido no se le podía sacar más y se lo quitó de delante atacando con el brazo suelto dejando una estocada atravesada. Se acabó el festejo. Otra vez será.

 

 

José Julio García
Decano de la Crítica Taurina
Periodista – Escritor
Escalera del Éxito 103