Continúa el curso del ciclo novilleril Ocho Naciones con aceptable respuesta del público, que ha aceptado el comienzo del festejo con ho­rario vespertino retrasado de las ocho y media. Y también la unificación del precio a la entrada de diez euros localidad.

 

En la tarde-noche, se corrieron seis novillos de la ganadería portuguesa de Couto de Fornillos, encaste Conde de la Corte y Atana­sio Fernandez que dieron juego irregular frente a la voluntad valerosa de los novilleros, el ecuatoriano Pablo Santamaría y los debutantes el madrileño Luis Miguel Aguado y el valenciano Pascual Javier.

 

 

A los toreros en el ruedo el valor se les supone, como se dice en el Ejército, después lo que hay que analizar son sus saberes toreros y su estilo y en esto se marca la diferencia. Así a través de  su actuación Pablo Santamaría estuvo discreto cumpliendo en el primero y desdibujado ante el cuarto, un novillo entablerado al que había que lidiar con conocimiento de causa y no acertó, escuchando pitos.

 

Luis Miguel Amado tuvo una actuación discreta y se silenció su labor.

 

Pascual Javier cierta personalidad en el manejo de los trebejos toreros con finura y alegría, aprovechó cuanto le ofreció el tercero de la tarde y fue ovacionado y al que cerró plaza lo despachó cumpliendo discretamente.

 

 

Y de la plaza a la mesa, ya con la mesa puesta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera del Éxito 103