Al primer espada, Fernando Labastida, le tocó lidiar un ejemplar un poco áspero y le costó acoplarse debido a las complicaciones que mostró su novillo con la muleta, aun así logro obsequiar al tendido con algunos muletazos largos y de calidad, que calaron al respetable que respondió con palmas. Mató de un pinchazo y una estocada, saliendo a saludar al tercio.
El michoacano Alejandro Corona corrió con menos suerte ya que su novillo no lo dejó estar con el capote, y con la muleta el novillero solo pudo dejar detalles aislados, que no llegaron a tener respuesta en el público presente. Acabó con su oponente de un pinchazo y estocada, tras escuchar un aviso después de tres descabellos.
El siguiente turno fue para ver reaparecer en la plaza de Provincia Juriquilla a Luis Conrado, un novillero que fuera revelación el año pasado, pero ahora basta decir que está más reposado en su toreo y con una técnica más depurada. Se le vieron ganas de agradar, llevando el novillo en la muleta embebido y en trazos largos, quebrando la cintura con profundidad y buenas maneras, un diamante que se ha estado puliendo de verdad. Terminó el trasteo muleteril con estatuarios, incluso hasta pecando de quietud. Mató de una estocada trasera un poco caída que hizo que doblara su novillo para así recibir una oreja por parte del juez.
El debutante valenciano José Arévalo dio muestra de su arrojo y ganas de torear en México, ya que se mostró con una gran energía, que hizo que incluso hasta le llevó a cierta precipitación en su quehacer torero, pero dando muestra de su entusiasmo e intensidad para agradar al público. Recibió al novillo a porta gayola, y haciendo gala de sus conocimientos con el capote ofreció varios lances de mandil y llevó a su astado por chicuelinas andantes ante el piquero. Después dio gala en el tercio de banderillas colocando hasta cuatro pares, haciendo la algarabía entre los presentes con espectaculares pares al violín y otro al quiebro que la gente ha correado y aplaudido por el desempeño. Con la muleta comenzó un poco rápido su faena y poco a poco fue descubriendo que el novillo iba a más, y consiguió acoplarse a la embestida conforme iba avanzando la faena, hasta lograrle naturales de mucha profundidad y derechazos lentos que correó la gente presente. Dejó patente su clase y la técnica aprendida. Terminó de una estocada entera y en sitio, logrando así que le fuera otorgada una oreja con petición de la segunda y recibiendo su novillo arrastre lento.
FICHA TECNICA
En noche fresca y con un tercio de entrada se lidiaron novillos toros de la ganadería de Xajay, buenos otorgándose arrastre lento al 4º. Los pesos de los novillos 435, 400, 415 y 405 kg. respectivamente.
Fernando Labastida (grana y oro), salida al tercio.
Alejandro Corona (blanco y plata), silencio.
Luis Conrado (verde botella y oro), oreja.
José Arévalo (azul purísima y plata), oreja.
Crónica y Fotos de Jackeline Medina
Coordinadora México para Sabios del Toreo