De pronto ha tomado interés nacional el tema de los veterinarios taurinos, porque se supo que en la plaza México existen irregularidades con los exámenes postmórtem.

A raíz de un reportaje del periodista Mauricio Romero publicado hace unos días en la revista Contralínea, en el que da a conocer que no se realizan exámenes postmórtem en La México, el tema está en boga.

Es un secreto a voces que desde hace varios años no hay esos exámenes en el coso capitalino, sencillamente porque no hay laboratorio. Aunque tampoco importa mucho porque las pocas veces que se han hecho públicos los resultados de los exámenes se entera uno lo que vio en el ruedo: reses que no cumplieron con la edad y hasta despuntadas. Claro, todo mundo se hace de la vista gorda.

¿Cornamenta de un cuatreño?

La México tiene un lugar para laboratorio que permanece cerrado y además carece de equipo. Está ubicado en el patio picadores por donde bañan a los caballos de pica. Ese cuarto lleva el nombre de Samuel Baldwin quien fuera veterinario durante muchos años en la capital.

Durante las cuatro novilladas del serial 2013 efectuadas en el coso capitalino sólo ha fungido como veterinario de plaza el doctor Javier García de la Peña, quien se despidió de veterinario en el propio ruedo hace ya varios años. Reapareció en La México, nombrado por la delegación Benito Juárez, en la corrida número 14 de la temporada grande pasada, el 20 de enero de 2013. Sorprende que a Benjamín Calva no lo estén nombrando.

En los últimos años fungieron como veterinarios en La México Benjamín Calva Rodríguez y Santiago Aja Guardiola, por su severidad para aceptar encierros son mal vistos por ciertos taurinos.

¿Otro cuatreño?

Extraoficialmente se supo que ya no había presupuesto para que la delegación pagara a los dos. Le propusieron al doctor Aja trabajar gratuitamente, no aceptó. Su última actuación fue en la corrida número 12, el 6 de enero del presente año.

De alguna forma contactaron con el doctor García de la Peña y éste aceptó el cargo sin sueldo, por lo menos hasta la temporada pasada.

Por modificaciones al reglamento de D.F., desde hace algún tiempo los veterinarios de plaza no deciden si se aprueba o no un toro, sólo dan su punto de vista al juez correspondiente y éste toma la decisión. Asimismo, los exámenes postmórtem solo se harán si el juez en turno lo solicita; evidentemente es una burla porque no existe lugar ni equipo para que se realice.

La denominación es para lidiar desecho

Independientemente de quien sea el veterinario y sus funciones, deberían lidiarse encierros más serios en la plaza México. En la novillada del domingo pasado el trapío estuvo ausente, de nada sirve que en el pizarrón les anoten cuatro años de edad cuando la cornamenta y la presencia de la res no lo avalan.

Cuando el novillo sale a la arena su trapío debe ser definitivo para que no haya duda de que estamos en una plaza de primera categoría como La México. En el ruedo debe captarse si el encierro cumple con la edad, y no esperar resultados de los inexistentes exámenes de los veterinarios de la plaza México.