En el día de la Conmemoración heroica y gloriosa del bicentenario del 2 de mayo de 1808, fiesta de la Comunidad de Madrid, se celebró corrida de toros goyesca, con reses de la ganadería salmantina de Valdefresno, encaste Lisardo Sánchez y Atanasio Fernández.

            El madrileño José Ignacio Uceda Leal con buen estilo torero de clase lanceó a la verónica al primero, manso y corto de embestida. Acertó a tirar del astado y cuajó un conjunto muleteril  destacado con temple y buen trazado que remató de pinchazo y media estocada. El toro tardó en doblar y sonó un aviso. El diestro fue muy ovacionado. El cuarto embistió derrotando al tomar las telas toreras. Lo muleteó imponiéndose al enemigo y lo envió al desolladero de pinchazo, estocada y descabello.

            Manuel Jesús “El Cid” tuvo que soportar al segundo un manso que saltó al callejón y lo volvió a intentar. Inició la faena como procedía, doblándose con él. Lo consintió en los muletazos siguientes, mientras el toro probaba, gazapeaba y derrotaba desarrollando sentido. A la hora de matar echó la cara arriba en el embroque  y lo despachó de dos pinchazos y media estocada. El quinto se mostró defensivo y derrotaba, con cabeceo constante, desluciendo cualquier intento. Echó la cara abajo al intentar cuadrarlo  para estoquearlo impidiendo realizar la suerte. Al fin lo logró de un metisaca, un pinchazo sin soltar y tres descabellos.

            Sebastián Castella no pudo lidiar el tercero por su manifiesta flojedad de remos, fue devuelto al corral, pero el astado se acostó en la arena y hubo que apuntillarlo. El sobrero de la ganadería de Alcurrucen, embestía humillado repartiendo tornillazos al llegar a la muleta. Se lo quitó de delante de una perpendicular y caída y tres descabellos. El sexto manso embestía descompuesto. El peón Curro Molina lo banderilló formidablemente y fue ovacionado. El toro terminó entregándose cuando lo pasó de muleta  y exponiendo  lo obligó y sacó buenos pases que cerró de pinchazo, resultando cogido en el embroque, sin consecuencias que lamentar, estocada definitiva y hubo fuerte ovación y saludos desde el tercio.