PRIMERA CORRIDA  3 DE JUNIO 2008

 

 

Se corrieron tres toros de la ganadería de Garcigrande, encaste Juan Pedro Domecq Díez, mal presentados, blandos de remos, cumplieron en varas, no muy sobrados de arrancada. Y tres de Peñajara, encaste Baltasar Ibán, diferentes de trapío y descarados de pitones, que acusaron casta y nobleza. Todos cumplieron en varas.

Julio Aparicio que reaparecía después de la cornada que sufrió en este mismo ruedo el pasado mes de marzo, parecía animoso en cuanto abrió el capote ante el primero dejó patente lo primoroso de su estilo torero. Los lances y muletazos ligados con arte y buen gusto fueron jaleados con olés. Mató de pinchazo y una estocada trasera, fue aplaudido. El cuarto un toro encastado con el que parecía iba a aplicar sus aromas floridos de torero artista, no se alcanzó, al no acoplarse con el astado y lo despenó perfilado al hilo del pitón y yéndose afuera de una estocada corta tendenciosa y descabello.

“El Juli” vio como el segundo se iba suelto, blandeó a la salida de la primera vara y le colocaron para la segunda vara sin respetar las líneas. Protestas con el toro, cortó de arrancada y con flojedad de remos. Trasteó de trámite y estocada corta y baja, entrando con el brazo suelto y perfilado al hilo del pitón. Pitos al toro.

Al quinto lo realizó una faena desigual que rubricó con una estocada pasada, y entrando con el brazo suelto y un descabello.

Sebastián Castella tuvo en el tercero un toro con tendencia a la huida que intentó saltar al callejón hasta que lo consiguió. Blandeó de manos, pero tuvo embestida para conseguir muletazos ceñidos y ligados para acabar de una estocada trasera, caída y tendida.

El sexto al que Curro Molina colocó dos pares de banderillas cuadrando en la cara y levantando los brazos como debe ser, fue muy ovacionado, fue un buen toro, que embistió hasta la saciedad, por esa manía de la actual torería de hacer faenas largas, muy largas, que hartan al toro, al aficionado y a mí, sonó un aviso antes de que entrase a matar. Cuando lo hizo dejó un pinchazo yéndose afuera, media estocada desprendida de la misma manera y descabellos. Aún hubo saludos desde el tercio.

 

 

 

CORRIDA DE BENEFICENCIA DÍA 5 DE  JUNIO 2008

 

 

Con gran expectación se esperaba la Corrida de Beneficencia, la Gala de la temporada taurina. Se lidiaron toros de la ganadería de Núñez del Cuvillo, encaste Domecq, Núñez Osborne, de juego desigual y no sobrados de trapío. Cumplieron en varas y blandearon de remos. Tuvieron bondad y fijeza en la embestida. El sexto por manifiesta flojedad fue devuelto al corral y en su lugar se corrió un sobrero de la divisa de Don Victoriano del Río pobre de trapío y sobrado  de noble embestida, cumplió en varas arrancándose de lejos al caballo.

Cayetano Rivera, Ordóñez centro de todas las miradas, confirmó la alternativa, con antigüedad de septiembre de 2006. El hijo de Paquirri y nieto de Antonio Ordoñez, con el capote dejó  ver manes de estilo torero de clase excepcional. Con la muleta otro tanto de lo mismo que conjuntan su personalidad torera. El toro de la confirmación iba pronto a la muleta y se creció en la embestida, a veces, punteó al salir del pase. A la faena de calidad la puso punto final de una estocada que mató sin puntilla. Saludó desde el tercio. Con el sexto se lució en él con el capote a la espalda y la faena tuvo aromas de arte y torería, aunque, a veces, citada fuera de cacho, como se lo avisó una  voz del tendido. Otro punto reprochable fue entrar a matar con el brazo suelto un torero de su personalidad, no debe recurrir a acción tan despreciable. Tras un pinchazo, cobró una estocada y fue premiado con oreja.

Morante de la Puebla saludó al segundo que se revolvía pronto por verónicas que se jalearon. Se arrancó de lejos al caballo y llegó a la muleta revolviendo pronto, aunque con nobleza. No le agradó la actitud del astado y con unos muletazos de aliño y una estocada corta y desprendida lo despachó. Escuchó pitos. El cuarto con buena arrancada toreó con el capote añadiendo pellizco  y salero en la ejecución. La faena además de los ingredientes mencionados agregó torería y al matar de una estocada fue premiado con oreja.

José María Manzanares posee estilo de buena clase torera se las entendió con el tercero que entró al caballo arrancándose de lejos por tres veces consecutivas. Blandeó, pero fue a la muleta. Pases con matices de calidad y lo finiquitó de estocada travesada y descabello. Saludos desde el tercio. El quinto que blandeó en el primer tercio, fue a más ante la muleta. La faena la concibió entre la desigualdad, a pases con hondura y empaque unió otros fuera de cacho y el detalle feo de agarrarse a los costillares del toro. Acabó de una estocada.

Los tres espadas brindaron al Rey de España, Don Juan Carlos I, que presenció el festejo desde el Palco Real, acompañado por la Infanta Elena, el Ministro de Justicia Rafael Bermejo y la Presidente de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre.

 

 

 

 

SEGUNDA CORRIDA DIA 4 DE JUNIO 2008

 

 

Gran expectación ante la  reaparición de José Tomás en la Monumental de Madrid, después de su inesperada retirada  de los ruedos el año 2002, que contaba además, con la confirmación de alternativa del sevillano David Luque y acompañaba a ambos en el cartel el malagueño Javier Conde.

Se lidiaron toros de la ganadería de Victoriano del Río Cortés, corridos en primero, segundo, quinto y sexto lugar y dos de las divisas adjunta de Cortés en tercero y sexto lugar, todos con el mismo encaste Domecq Díez. El conjunto dio cumplido juego, se arrancaron al caballo y pelearon con celo en varas. Blandearon de manos y acudieron a la muleta con repetida embestida, hundiendo la cabeza, nobleza y fijeza. Ovacionados en el arrastre, el quinto mereció la vuelta al ruedo.

David Luque confirmó la alternativa con antigüedad mayo de 2007. Torero de finas maneras, manejó el capote con buen estilo en distintos momentos gustando sus modos. El primero salió suelto y fue pronto al caballo. Al salir de la última vara sufrió una aparatosa voltereta que lo dejó resentido, motivo por el que esperó en banderillas, haciendo centro a los rehileteros. Recuperado embistió a la muleta con nobleza, aunque al final del pase derrotó y fu perdiendo arrancada. Faena  aseada rematada  de estocada y descabello. En el quinto hizo un quite por chicuelinas que fue aplaudido. El sexto otro buen toro del encierro  al que toreó bien y variado con el capote y realizó una acoplada faena de muleta con series de pases de fina factura que clausuró de pinchazo, pinchazo hondo, un aviso y descabello. Ovación.

Javier Conde que posee el don angelical del arte, vio cómo al segundo lo picaron trasero, haciéndole daño, perjudicándolo para la arrancada. Se quedó corto ante la cita de los banderilleros, aunque fue bien a la muleta. No se confió con el astado, al que finiquitó de pinchazo, estocada corta entrando con el brazo suelto y descabello. Pitada. Quiso aprovechar la buena embestida  del cuarto, con nobleza, fijeza y cabeza y humillada y dejó ver retazos de su arte, pero solo lo dejó ver con cuentagotas. Salió del compromiso de un pinchazo hondo y descabello.

José Tomás esperado y deseado por la afición de Madrid, dio el do de pecho y entusiasmó hasta el delirio de la afición con sus dos rotundas faenas, llenas de toreo con quietud, aguanta y fácil, templado y mandón juego muleteril. Con el capote no regateó ninguna oportunidad tanto al recibir a los toros de su lote, como en los restantes con quites variados, bien con el capote a la espalda, gaoneras apretadas, que chicuelinas, al delantal y por verónicas en un portento de celo de su actuación generosa. Tanto con capote como con muleta  no regateó nada y en variado además cuajó dos faenas que ahí quedaron para el recuerdo despierto e imborrable. Así se aprovechan los toros que ofrecen lucimiento con entrega y toreo de verdad, sin trampa, ni cartón. Al tercero, cuya faena brindó al público, lo despachó entrando recto y encunándose, dejando media estocada y fue premiado con las dos orejas entre el entusiasmo general. El quinto, un toro de bandera, al que estuvo por encima entre el delirio de los tendidos y al que recetó una estocada al encuentro, o a toro arrancado, que fue suficiente. Otra vez el premio de las dos orejas y la apoteosis final con la correspondiente salida en hombros por la Puerta Madrid.

Desde una barrera del tendido del 1, presenció el festejo el Rey de España, don Juan Carlos I, a quien brindaron sus toros Javier Conde y David Luque.