Se dice que antiguamente, no se concebía que hubiera un torero sin un apodo. Los coletudos de esos tiempos, recurrían a buscar sobrenombres entre las procedencias más originales y hasta cierto punto pintorescas, y parece que la zoología fue la que hizo una notoria y positiva contribución para dar respuesta a esta situación.

Para ejemplo se muestra un ya antiguo cartel que fuera publicado por el año de 1984 que anunciaba lo siguiente: Toros de Colmenar Viejo para los matadores, Lagartijo, Gallo, Lobito y Conejo.

Un gracioso, se dice, que al ver este cartel, comentó que más que cartel de corrida de toros, parecía más bien un anuncio del arca de Noé.

Casos curiosos de la fiesta taurina uniendo al toro y la zoología  compartiendo y haciendo original historia.