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A las ocho horas y treinta minutos del domingo uno de junio de 1930, en la calle Martín de los Heros 67, del madrileño Barrio de Argüelles, nacía José Luis Galicia Gonzalo, hijo de Francisco, pintor, gran pintor y de Luisa. Su abuelo Leonides, pintor y de Valladolid, fue escenógrafo muchos años del Teatro Calderón de La Barca de dicha ciudad. En su familia hay otros artistas, su hermana María Luz, bailarina y actriz cinematográfica, un primo torero, gran torero Carlos Arruza, su tío poeta, gran poeta León Felipe.

Así a este pequeño Pepe Luis no le cabía otra elección que ser artista. Verdad es que en el arte se nace, no se hace, más teniendo tantos antecedentes, ¿por qué no había de nacer artista?. Y así ocurrió.

Y  tan así ocurrió que nuestro artista es pintor, grabador, escultor, poeta y ya que no torero, es un gran aficionado a esta espléndida Fiesta, la más trascendente que pueda haber, pues en ella están los colores, el sol, la vida y la muerte. Lo único que es verdaderamente nuestro.

Picasso admiró su  obra, Joan Miró la alabó, el gran poeta Luis López Anglada (1919-2007) escribió sobre Galicia “José Luis Galicia tiene la nobleza de ocultarnos los muchos saberes del pintor que solo se ha propuesto darnos una imagen esencial de las cosas. ¡Imagen Esencial¡ Machado también afirmaba de la poesía que no era sino unas pocas palabras esenciales y es que no hay posibilidad de separar los conceptos de la pintura y de la poesía cuando quienes intentan su realización tienen  el alma dispuesta a todas las contemplaciones y todos los apasionamientos. Es en la poesía como en la pintura una actitud afín de aquella de Pedro Salinas tan delicadamente fluyente en una Razón de Amor o en una Voz a ti debida”.

Así estos versos de Galicia:

Comprueba,

comprueba todo,

pues el pobre te puede hacer rico,

el hielo puede darte calor,

y una sencilla piedra,

o una nube,

amor.

Más de setenta exposiciones individuales: en Nueva Cork, París, Cincinnati, Bogota, Barcelona, Sevilla, Madrid, etc. Veintiocho obras suyas en el Reina Sofía de Madrid. Pintor de todos los techos, cúpula, ábside y sotocoro de la Catedral de Madrid Nuestra Señora Real de La Almudena.

Ha publicado tres Tauromaquias. La primera en 1954, en Suerte  Suprema la gran obra de Fernando Moreno, Mercedes Mudarra y Miguel C. Clémentson, escriben estos autores: “después de las Tauromaquias de Ignacio Zuloaga, “el mozo”, Pedro Flores y Manolo Hugué en la década de los cuarenta, en  1954 José Luis Galicia da un nuevo impulso a la estampa de tema taurino con La Tauromaquia de cuarenta litografías en lenguaje realista del que se aparta en La Gran Tauromaquia (1965). La Tauromaquia de 1954, además de ser una importante serie sobre está temática, tiene el interés de haber sido la chispa que hiciese retomar a Pablo Picasso La Tauromaquia de Pepe Hillo que había iniciado en la Segunda República y publico finalmente en Barcelona en 1959, pues el genial pintor malagueño después de conocer y apreciar La Tauromaquia de Galicia cuando este se la presentó, le dijo “espera voy a buscar unos grabados que hice para una tauromaquia que pensaba hacer hace muchos año”… al fin vuelve con dos grabados que tarda más de una hora en encontrar diciéndole que eran para la tauromaquia del editor Gili, de Barcelona…”ahora después de ver tu tauromaquia voy a hacer este antiguo proyecto realidad, y lo voy a hacer del mismo tamaño y empleando el mismo papel”.

Si la visión de un autor que uno ofrece de su obra siempre es de interés, este se acrecienta cuando un pintor como Galicia, que tan importante papel ha tenido en el mundo de las tauromaquias, se autorresponde a la pregunta ¿por qué estas tauromaquias? Porque siempre que se enfrenta un hombre con un toro, sabe que puede perder la vida, que va a jugársela, y el verdadero drama humano quizá el único, es saber que vamos a morir. Seamos toreros o no nuestra vida es siempre una corrida sin heroísmo, donde el tiempo nos asesta la última cornada mortal. Siempre sentí admiración por los toreros como por los pintores, tienen algo de mágico, como mágico es el artista al crear que da vida espiritual a algo que es solo materia inerte. Así una chicuelitas son la gracia eterna del momento fugaz, contra la nada que es la muerte material. Por eso fundamentalmente me gusta el pintar cuadros de toros. El pintar un cuadro tiene mucho de faena torera, si quieres hacer algo hay que arriesgar constantemente y entrar siempre por derecho y volcándose, y que Dios reparta suerte…

Tanto la primera como la segunda están agotadas pagándose por ellas precios considerables en caso de encontrar algún ejemplar. La tercera tauromaquia de título Escenas Taurinas, de tamaño reducido, y en edición de cincuenta ejemplares fue publicada en el año 2002.

José Luis Galicia, es un ser complejo y con gran personalidad, como corresponde a todo artista. Pero la virtud quizá más sobresaliente que posee es su sencillez y modestia. Casado dichosamente con María Jesús, es padre y feliz abuelo. Piensa y con razón, que esto es lo más importante que puede hacer una persona. Lo demás, aunque sea la Novena Sinfonía son cosas para pasar el rato.

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