El primer acuerdo lo firmaron en 1955, y por la casa Chopera asistieron Pablo y Antonio Martínez Elizondo, mientras que por la familia Cuesta estuvieron en su representación el señor Tara y Ulpiano Díaz. Ese mismo año la familia Martínez Elizondo organizó su primera feria de la Virgen del Mar con una novillada y dos corridas de toros. El primer festejo que dio la casa Chopera en Almería fue el 25 de agosto de 1955, una novillada con picadores donde el ganado perteneció al Marqués de Domecq y los diestros fueron Emilio Ortuño Jumillano, César Girón y Chicuelo II. En 1958 Manuel Martínez Flamarique pasó a gestionar el coso almeriense tras la muerte de su padre, Pablo Martínez Elizondo. Manolo Chopera se ocupó de organizar las ferias de la Virgen del Mar hasta que en 1987 entró su hijo, Pablo Martínez Labiano, en la gestión. Desde 1990 es otro de sus hijos, Óscar Martínez Labiano, el que ha asumido la responsabilidad de gestionar los intereses de la plaza.

 

En la actualidad Almería es una de las mejores ferias que se celebra en plazas de segunda categoría y constituye un ejemplo de satisfacción de una empresa privada hacia la profesionalidad de la casa Chopera. Así, serán 61 años los que, al menos, esté la casa Chopera al frente de Almería, todo un hito.

 

Por otra parte, esta empresa ha anunciado en la Universidad de Almería la creación de un abono especial para jóvenes universitarios. El abono tendrá un descuento del 50 por ciento para los jóvenes que quieran asistir a la próxima feria de la Virgen del Mar. La noticia la dio a conocer Óscar Chopera en la clausura de la primera edición de Aula Taurina, un curso en el que han tomado parte más de un centenar de  universitarios. La casa Chopera ha apoyado desde el principio esta iniciativa de promoción de la Fiesta entre la juventud, que comenzó el pasado mes de octubre. Aula Taurina se creó a iniciativa de José Antonio Guerrero, Vicerrector de Cultura y Extensión Universitaria de la Universidad de Almería, y Miguel Martín, veterinario de la plaza de toros de Almería.

 

Las expectativas más positivas de los organizadores se vieron desbordadas cuando tuvieron que duplicar el número de plazas disponibles para matricularse en Aula Taurina. Durante estos ocho meses que ha durado el curso, los estudiantes han repasado desde los orígenes de la tauromaquia hasta el conocimiento más actual del toro de lidia y del toreo. Por el campus almeriense han pasado ganaderos, toreros y personajes vinculados al mundo de los toros y los alumnos comprobaron in situ cómo es la vida del toro bravo y todo lo que conlleva su crianza para la Naturaleza en la finca de los hermanos Chopera.