Abrió el festejo el capitalino Juan Luís Silis, que recibió a “Califa III” Número 110 y 408 kilos, con lances a la verónica, para concluir su labor con la capa, con quites por gaoneras. Con la bayeta estuvo voluntarioso, tratando de templar la embestida del morito a base de doblones, para continuar su labor con la franela con tandas de naturales y derechazos lado por el que metía mejor la cabeza el novillo, con la toledana no estuvo certero, pincho dos veces, mató de estocada desprendida, y saludo en el tercio.

El ecuatoriano Juan Antonio Benítez, empezó su labor con el percal, con unas pintorescas verónicas, desmayando cadenciosamente los brazos, evocando el pasaje bíblico, donde Verónica limpia el rostro de Jesús con un pañuelo, sosteniéndolo entre sus manos, bautizando así al lance natural del toreo con la capa que el novillero ecuatoriano interpretó a la perfección, Con la pañosa tuvo detalles, un par de tandas por naturales que concluía con el pase del desdén, con la tizona no tuvo suerte, pinchó en cuatro ocasiones, y mató en el séptimo intento de descabello, escuchó dos avisos y su novillo ”Piel Roja” marcado con el número 114 y que peso 410 kilos fue ovacionado por el respetable.

Julio de la Isla que reapareció luego de hacer su debut en esta mismo albero en septiembre del 2004, fue el que se llevó el gato al agua, cortando la única oreja de la tarde, a “Centinela”, herrado a fuego con el Número 117 con 418 kilos, al que recibió con el percal, toreándolo a la verónica, para luego cubrir él mismo el tercio de banderillas, en el fue ovacionado por el segundo par de rehiletes que ejecutó al violín. Su faena con la muleta fue exclusivamente con la mano diestra, con la que tiró del astado, logrando fijar su embestida, y así ejecutar una ligada tanda de derechazos, con la que logró extraer de las cuerdas bucales de público asistente un prolongado olé. Mató al primer intento de estocada tendida, dio vuelta al ruedo acompañado del ganadero Mario Hernández, y el novillo fue homenajeado con el arrastre lento.

Carlos Rodríguez, fue el que cerró el festejo, y al que le correspondió lidiar a “Carbonero” Número 108 que pesó en la “Romana” 404 kilos, un cárdeno claro, bien presentado, bravo, que peleó en el caballo, con el que el joven debutante, nunca pudo acomodarse con la capa y muleta, y que al intentar pegarle un pase con la sarga lo empaló y lo hizo volar por el aire, incidente del que salio solo con un gran susto, con el acero estuvo desatinado y nervioso, pinchó en cuatro ocasiones, mató al primer intento de descabello, escuchó un aviso y rechiflas de la afición.

Los incidentes

Afortunadamente solo hubo sucesos agradables que describir en esta cuarta novillada de la Temporada 2008 de la Plaza de Toros Arroyo. La ya común y excelente labor de los subalternos, en esta ocasión se desmonteró por tercera ocasión en la temporada, el excelente banderillero Cristián Sánchez que actuó en la cuadrilla de Juan Luís Silis, también saludó en el tercio el banderillero tapatío Diego Bricio, que estuvo a las ordenes del joven potosino Carlos Rodríguez, de esta misma cuadrilla fue ovacionado el de Aupa, Carlos Domínguez, por la gran vara que proporcionó a “Carbonero”.

Reseña de José Ricardo Gómez Cardona “Canta Claro”.