El novel hidrocálido Juan Pablo tuvo en suerte a “Limeño” un toro bien aprovechado, templando las tan largas embestidas; Pablo conectó de inmediato con el público cuando lo recibió de muleta con 5 lances por alto sin inmutarse, prosiguiendo de hinojos en los medios, una faena completamente derechista, la cual terminó con una estocada caída al segundo viaje, actuación por la cual el juez otorgó la oreja, con la cual se proclamó el triunfador del Estoque de Plata edición 2008.

 

A Fernando Labastida, un torero de clase, le tocó en suerte “Sevillano” un toro de nobles arrancadas que fueron bien aprovechadas por el torero, quien por ambos lados cuajó una buena y templada faena que arrancó los primeros olés del tendido, lamentando con el acero un pinchazo antes de la estocada casi entera en buen sitio por la  que dobló el utrero.  El aviso  no impidió que la  afición le ovacionara fuertemente  le invitara a dar la vuelta al anillo.

 

En cuanto al torero Gerardo Adame, quien comenzó por chicuelinas,  fue arroyado por el astado al intentar una tafallera, desorientándose pero volviendo a la cara del toro para dejar ver nueva y claramente a la afición sus ganas de ser torero, exponiendo el físico.  Y con el sello de la academia de Aguascalientes levantó  al público con una muy comprometida faena iniciada  de hinojos en los medios donde volvió a arroyarlo el novillo sin consecuencias, levantándose para dejar tanda de naturales de buena factura. Lamentablemente, con el acero dejó una estocada de tres cuartos al tercer viaje, recibiendo fuerte ovación.

 

 

Y bien se dice que además de preparación, se necesita suerte, misma que no cargaron los regiomontanos Montalvo y Cantú al lidiar con el peor lote  de la tarde. Leal Montalvo quien hacia su despedida como novillero, no tuvo más que arrancarles los naturales a un novillo, queriendo seguir y agradar al público, lo aprovechó en lo que ofrecía, y con el acero dejó un  espadazo  entero  en buen sitio al cuarto viaje, con el que dobló de inmediato el astado, recibiendo solo una fuerte ovación del respetable que lo sacó al tercio.

 

 

 Fernando Cantú, se encontró  con un toro bravo con algunas malas ideas, pero  el torero regio ejecutó algunos lances que conectaron con el agrado del presente, destacando pases por alto de hinojos pegado a tablas, arriesgando el volteretón en más de una ocasión, sin suerte con la espada fue ovacionado por el público.

 

Luis Conrado, sorteó un gran novillo de Real de Saltillo,  “Regio” número 17, de 427Kg, un ejemplar  que recibió arrastre lento por la autoridad. Conrado le instrumentó tandas por ambos lados, sin tener suerte con el acero, recibiendo palmas al finalizar la lidia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                                                                               Desde Monterrey, informa Angie Vázquez